DE LA ILUSION A LA ANGUSTIA.
El árbol de lo sucedido a falta de 8 vueltas con el choque del blanquiceleste Dallara-Chevrolet a los restos del detenido y dañado auto del mexicano Patricio O´Ward no debe impedir ver el bosque de los anteriores 192 giros. Hasta ese momento Agustín Canapino estaba cumpliendo casi a la perfección su tarea con la mira lógica de terminar la carrera. Un trabajo digno y correcto para quien no sólo debutaba en las 500 Millas de Indianápolis, sino también para quien hasta hace un año no tenía experiencia en carreras de monoplazas y ahora se encontró en una de las categorías más importantes del mundo.
Todo pasa muy rápido en las 500 Millas de Indianápolis. En una vuelta quien estaba puntero puede caer varias posiciones y viceversa, la mejor estrategia queda desairada ante la entrada de un auto de seguridad y la ilusión de un buen resultado se derrumba ante un accidente que genera angustia y decepción. Todo con el mismo vértigo de los autos que circulan por la pista a 390 Km/h.
Esa angustia se apoderó de los argentinos al ver que todo lo bueno construido en más del 95% de la carrera se derrumbaba con la imagen del Dallara de Agustín enfilando directamente y descontrolado, por la rotura de la suspensión rumbo al detenido y dañado auto de O´Ward. Un O´Ward que planteó su objetivo en “triunfo o muro…” Y fue muro al porfiar con el líder Marcus Ericsson tras la reanudación luego de la entrada del auto de seguridad por el espectacular accidente de Kyle Kirkwood, (volcó, lo chocó por el sueco Felix Rosenqvist) y voló una rueda que cayó en una playa de estacionamiento). Por suerte y las medidas de seguridad de los autos no hubo consecuencias físicas para nadie.
En el desordenado reacomodamiento, Scott McLaughlin tocó al francés Simon Pageanuad. En su intento de esquivar al auto de piloto galo, Canapino hizo un trompo y golpeó contra el muro. Sus intenciones de seguir con la suspensión dañada terminaron con el golpe de frente contra el auto de O´Ward . Pese a que no fue a una velocidad muy elevada hubo una inicial angustia, disipada al ver salir ileso a Agustín. A partir de allí se movilizó la decepción por la pérdida de una gran posibilidad de un buen resultado. Es que hasta ese momento Canapino marchaba en el 13er lugar. Como anécdota quedó ese provisorio tercer puesto que el Titán ocupó hasta antes de la anteúltima detención de la carrera. No era real y sólo consecuencia de la demora en su estrategia para detenerse a cargar combustible. Cumplida esa obligación, retornó a a normalidad y descendió al puesto 15.
“El golpe fue fuertísimo pero estoy bien Fue una lastima porque faltaba tan pero tan poquito y por eso tengo una amargaura bárbara. Encima se dio por una situación ajena a uno pero asi son las carreras en óvalos.” le contó Agustín al enviado de Campeoness antes de repasar la carrera “Venia muy bien y de estar 17 me puse 14, En el momento del accidente de Patricio, estaba pegado detrás de McLaughlin y Pagenaud, cuando al levantar por las banderas amarillas McLaughlin lo toca a Pagenaud y éste entre en trompo. Para evitar tocarlo a Pagenaud, pierdo el auto y me voy contra el muro. Venía top 15 con posibilidades de Top 10. Era muy bueno para una carrerq que fue cuesta arriba. No tuve suerte con las amarillas y siempre tuve que ir para adelante. Lamentablemenete la segunda parada fue muy lenta, se trabó una goma y no me permitió seguir avanzando pero igual me mantuve en el grupo entre los puestos 22 y 24, sin perder la vuelta. Despues hago la segunda parte de la carrera con un buen ritmo y aproveché para quedarme en pista. Esto me llevo al puesto 17 en el ultimo relanzamiento hasta que pasó lo que paso” relató Agustín sin esconder su decepción,
“Agustin estaba haciendo una buena carrera” lamentó Ricardo Juncos, director del equipo, quien calificó de “muy agresivo” el trámite de la carrera. Asi fue ,con un nivel que se acentuó en la docena de vueltas finales, motivó dos detenciones y dio lugar a que una carrera de 500 Millas se definiera en una sola vuelta de velocidad. Bien al estilo y gusto de los estadounidenses. Encima se impuso el local Josef Newgarden, el mismo que en el 2011 le ganó el titulo de Indy Lights a Esteban Guerrieri. Un especialista en óvalos, que paradójicamente nunca había ganado las 500 Millas de Indianápolis.
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Fueron golpes de suerte (o mala suerte). Agustin tenia planeado detenerse en vuelta 185, el accidente de kirkwood fue en la 184. Si hubiera coincidido con agustin entrando P3 y la amarilla saliendo, hubiera qiedado P1 faltando 10 vueltas con gomas nuevas y combustible suficiente. Asi y todo venia P15 (pasoa defrancesco y hunter pero callum lo volvio a pasar en curva 2) y peleando con un penske y un ganador de las 500. Cuando llego la mala suerte. Para mi, carreron. Gran aprendizaje. Dejo claro que tiene nivel, que aprende rapido y que si tiene apoyo, tiene futuro.