A LOS 49 AÑOS EN EL CAMARO DEL EQUIPO PRADECON, EL MARPLATENSE SE REENCONTRÓ CON LA VICTORIA LUEGO DE CUATRO TEMPORADAS. MAURICIO LAMBIRIS (MUSTANG) Y VALENTIN AGUIRRE (CAMARO) COMPLETARON EL PODIO. CUARTO, AGUSTIN CANAPINO ACARICIA SU QUINTO TÍTULO EN TURISMO CARRETERA.
“La magia sigue intacta”, solía decirle el recordado colega Marcelo Vivo a Christian Ledesma. Era cuando superadas su épocas más exitosas, de tanto en tanto, el marplatense renovaba la vigencia de su talento conductivo, con alguna destacada actuación en Turismo Carretera.
Seguramente desde el lugar que le haya reservado la eternidad, Vivo estará orgulloso al ver que con el paso de los años, esa magia que percibía en Christian se mantiene intacta. Con 49 años, lo demostró en el muy veloz Toay pampeano, sobre un plantel de 46 rivales que en su mayoría duplica en edad. Basta con hacer un rápido toque a la memoria, para recordar que algunos de sus rivales vencidos, eran muy chicos el 21 de febrero de 1997 cuando Ledesma iniciaba su participación en el TC, que ya alcanzó la cifra récord de 419 carreras.

«Estoy feliz, esto es muy importante para nosotros. Trabajamos mucho para lograr un triunfo así, y para volver a ganar después de muchos años. Pasaron 26 años de mi primera victoria, toda una vida… Pero disfruto seguir corriendo y me siento bien. Ahora voy a esforzarme el doble para seguir así”, contó Christian, quien también demostró que por encima de la ola juvenil que invade al automovilismo, y de la que no escapa el TC, siempre permanece la posibilidad del triunfo para un experimentado con talento y ganas.

Expresivo como pocos en el trato, Ledesma posee esas virtudes que le han permitido superar distintos momentos, algunos difíciles, en su campaña deportiva a la cual sumó desde el año pasado, situarse como una de las caras visibles del nuevo equipo Pradecon como pilotos junto a Otto Fritzler y Marcos Landa.
Ese disfrute y buenas sensaciones, que Ledesma dice tener cada vez que se sube a un auto de carrera, pese a una dilatada campaña que incluye otras categorías, es la que le permitió sacarle el mayor rendimiento al Camaro y estar atento cuando se le presentó la oportunidad de pasar a la punta anter el abandono de Mariano Werner. El entrerriano rompió el motor de su Mustang, su karma en 2025. No fue el único, hubo otros con ese problema o el de falta de potencia, justo en uno de los circuitos más veloces del calendario. Merece el análisis por parte de la ACTC.

Desde que al promediar las 30 vueltas del recorrido total, Ledesma tomó el liderazgo de la carrera y no tuvo mayores contratiempos. Mauricio Lambiris fue un permanente, pero para nada peligroso escolta, el uruguayo debió ocuparse en mantenerse al frente del trencito que completaron Valentín Aguirre, German Todino y Agustín Canapino. El arrecifeño con todo bajo control sin necesidad de hacer la heroica para ganar el quinto título de campeón en TC (que lo espera). Todo dentro del trámite lineal que quitó mayor interés a una carrera, que el gentío (gran número, si bien menor respecto a visitas anteriores), anheló que resultara atrayente. Más aún, después de soportar estoicos, el diluvio del sábado clasificatorio. La excepción de la final sin golpes de escena, fue ver hasta donde escalaba Matías Rossi arriba de su Toyota Camry, la cuadriculada lo encontró en el puesto 18.
Sin mayores problemas, Ledesma sentenció el 27° éxito de su campaña en TC, halago que lo igualó con otros campeones como Oscar Castellano y Emilio Satriano. Asimismo, fue su retorno a la victoria que no lograba desde el 11 de septiembre de 2021 en Rafaela. Esa vez, gracias a las desclasificaciones de Manuel Urcera y Nicolás Bonelli. En Toay pudo festejarla en loa más alto del podio, y demostrar que la magia sigue vigente y que con casi 50 años se puede ganar en TC, si hay talento y motivación.
Fotos: Prensa ACTC
16-11-2025



















Otro pobre espectáculo del TC
Carrera lineal y soporifera en un circuito de alta velocidad
Hasta cuándo van a insistir con este exagerado nivel de cargas aerodinámicas que impiden la succión en una recta de 1200mts!!
Y Canapa «regulando» con un motor «flaco», no sea cosa que se definiera el campeonato anticipadamente arruinando la definición prevista en el impresentable autódromo platense,allí la recaudación engrosará un único bolsillo,no?