EN LA MIRA
Un neumático en malas condiciones puede provocar falta de estabilidad, vuelcos o incluso no poder frenar a tiempo. Estas incidencias pueden desencadenar un siniestro vial. Mirá lo que tenés que hacer para cuidar la integridad de tu familia y desde ya, la tuya propia.
Las cubiertas son el único punto de contacto que nuestro vehículo tiene con el suelo, y resultan fundamentales para su estabilidad. Por eso, su buen estado es vital para la seguridad de la conducción. VisionAuto te traslada acá algunas recomendaciones surgidas del informe vinculado al programa “Abriendo Caminos Seguros”, que impulsan Citroen Argentina y CESVI.
EL CONTROL
Lo más importante para el cuidado de los neumáticos, es controlar regularmente la presión de aire, incluso de la rueda de auxilio, muchas veces olvidada. Te recomendamos hacerlo, como máximo, cada 15 días y con los neumáticos fríos. Para conocer cuál es la correcta presión que llevan tus cubiertas, fijate en el manual del usuario provisto por el fabricante.
Tenés que saber que transitar con las cubiertas con menos o mas presión de la indicada, hace que tu vehículo no encuentre un correcto punto de apoyo, lo que puede desencadenar una salida del camino o vuelco. Con baja presión, los flancos o laterales del neumático también entran en contacto con la superficie. Al tener menor rigidez y menos elementos de protección que la banda de rodamiento, y en el continuo rozamiento con el asfalto, el talón empezará subir de temperatura, y la consecuencia es la rotura y pérdida de presión de inmediato.
Por otro lado, el problema del exceso de presión, tiene que ver con que el parche de contacto entre el neumático y el suelo, que ya de por sí es escaso (unos 20 cm2), se reduzca aún más, generando una falta de sujeción contra el piso. Si bien al contar mayor presión los neumáticos disminuyen los esfuerzos mecánicos y se hace más liviana la dirección, el exceso de inflado puede provocar la falla estructural de los mismos.
MITOS Y VERDADES DE LA ROTACION
Es conveniente realizar la rotación de los neumáticos cada 10.000 kms, aproximadamente. Si bien el saber popular indica que se debe efectuar en forma cruzada, la mayoría de los neumáticos radiales tienen un sentido de giro que está dado por sus estructuras y el dibujo que existe en la banda de rodamiento. Si le cambiás la dirección, logras que se debilite más rápido. Si invertís el sentido de giro del neumático lo que conseguis, es que pierda de manera considerable su capacidad para expulsar agua. Por eso, se recomienda rotarlos siempre en el mismo lateral: no cambiar de izquierda a derecha, sino los de adelante con los de atrás. ¿Queda claro?.
En caso de realizar el cambio de neumáticos, siempre que no se puedan reemplazar los cuatro neumáticos, se recomienda hacerlo por pares, y colocar los nuevos adelante.. De esta forma, se logra una mejor respuesta en frenadas bruscas así como también en curvas cerradas.
RESPETAR SU VIDA UTIL
Si bien no poseen una fecha límite para su uso, todos los neumáticos tienen una vida útil específica. Se calcula desde su fecha de fabricación hasta 5 años posteriores, o un recorrido de entre 40 a 60.000 kms. ¿Cómo y dónde se indica la fecha de fabricación?. Debe verse en forma obligatoiria en el lateral del neumático, en una zona próxima a las leyendas y nomenclaturas, encontrándose normalmente dentro de un marco similar a un óvalo donde se ven cuatro números. Los dos primeros indican la semana de fabricación, y los dos continuos, el año. Por ejemplo, si tu cubierta posee la nomenclatura 1210, indica que fue fabricada la semana 12 del 2010, y la fecha límite que recomienda el fabricante para su uso es hasta la semana 12 de 2015.
2-6-2010
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