¿CASUALIDAD O CAUSALIDAD?
Puede ser una, la otra o, tal vez, ninguna. Lo cierto es que, en su segunda carrera en el Top Race luego de su retorno al país, Néstor Girolami se impuso con el Mondeo del Lincoln Sport Group con el que Mauro Giallombardo, que sigue recuperándose de un grave accidente, se había llevado la victoria en 2017, también en Río Cuarto.
El de Isla Verde, que había clasificado 11°, contó con una excelente estrategia en boxes y con un auto con gran ritmo. Eso le permitió, luego de las detención para recargar combustible, ponerse detrás del poleman Agustín Canapino y plantearle batalla por la victoria al del Sportteam.
Así, sobre el final, el Bebu tuvo su premio: fue por afuera al final de la recta y mantuvo su posición con el Titán por adentro. A la salida de la primera curva se mantuvieron a la par y así viajaron hasta la curva dos, donde la cuerda le favoreció a Girolami dándole la primera posición y relegando a Canapino como escolta, mientras que Matías Rossi llegó 3° con el Camry y mantuvo la punta del campeonato.
“Es un momento soñado. El sábado no teníamos un buen auto ya que el ritmo no era bueno. En Paraná tuvimos un problema aerodinámico que no nos dejó ser protagonistas y acá veníamos para ser competitivos y lo logramos. Es muy difícil largar once y ganar en el automovilismo argentino. Nos sorprendió el ritmo del auto en carrera. Cambiamos totalmente la puesta a punto del sábado y nos dio muy buenos resultados», dijo, feliz, el Bebu.
El campeonato quedó con Rossi 40 puntos, seguido por Canapino con 39 y el de Isla Verde con 31. La próxima fecha será el 15 de abril en Concordia.
Por Cristian Re.
Fotos: prensa Top Race y TGR Argentina.