IMPOSIBLE.
Es actualmente asociar la imagen de autos de Fórmula 1, corriendo en precarios circuitos bordeados de débiles fardos de pasto, que «protegían» peligrosos cordones y amenazantes casas desde donde asomaban cercanos y privilegiados espectadores.
No pasaba lo mismo en la década del 60, especialmente en carreras sin puntaje, como en el Gran Premio de Bruselas, disputado el 1 de abril de 1962 en el circuito de Heysel, con victoria del local Willy Mairese, (Ferrari 156) tras tres series de 22 vueltas.
“Willy corre siempre al borde del desastre, como sabiendo que está ahí, esperándolo”, decía Stirling Moss, quien con su Lotus 18, lo persigue en la imagen, sobre el agresivo estilo conductivo de Mairesse. Ese mismo estilo lo dejó sin triunfos en los 12 Grandes Premios puntables que corrió entre Bélgica 60 y Alemania 63, le dio algunos éxitos en Sport pero también le provocó graves accidentes como el que protagonizó en la vuelta inicial de las 24 Horas de Le Mans 1968. Sus serias lesiones en un brazo y pierna marcaron el final de su campaña y esto sumió a Mairesse en una depresión tal que tuvo dos intentos fallidos de suicidio. El 2 de septiembre de 1969 no falló en el tercero. Tenía 40 años. . .
Fotos: retroracing