CUANDO EL TURISMO NACIONAL ERA LA CATEGORIA más popular del automovilismo argentino, Paco era uno de sus máximos exponentes. Hoy cambió la gloria por la memoria.
En serio: el TN llenaba los autódromos con la lucha Fiat vs Peugeot, y en esos escenarios que el TC pisaba esporádicamente los choques entre los defensores de una y otra marca eran antológicos, en la década en la que dos o tres veces por año APAT hacía su Maratón (24 horas o más…) y la juventud iba a llenar las tribunas del «17 de Octubre» como se llamó el Gálvez entre 1973 y 1976, de madrugada, después de bailar, para ver correr a esos monstruos de los que Paco era referente.
Hace poco, en los «100 Idolos del Automovilismo Argentino» que publicó El Gráfico, uno de nosotros escribió lo siguiente:
«Francisco Mayorga. Uno de los nombres de mayor jerarquía en el ámbito de los coches de Turismo, una especialidad tremendamente popular en los ’60 y los ’70, Paco fue símbolo notable de Peugeot, aunque supo competir con otras marcas. Desde su expresividad se ganó el favor de los hinchas del León, y hasta incursionó en Sport Prototipo con un Huayra-Ford. Su momento culminante tuvo lugar en 1973, cuando se adjudicó el Gran Premio de Turismo, y compartió sus días de gloria en esos años del equipo oficial Peugeot con ídolos como Cocho López, el Pájaro Garro, el Nene García Veiga. Se mantuvo en actividad, recogiendo el grito de apoyo, hasta bastante entrados los ’80, con intervenciones en el Club Argentino de Pilotos. Ganó la Vuelta de la Manzana en 1972; Ganó el Gran Premio de Turismo de 1973; Campeón de Turismo en 1973 y 1982.»
En una de esas últimas participaciones en el Club Argentino de Pilotos, protagonizó una anécdota memorable. Se corrían los 300 Kilómetros de Buenos Aires, y los Datsun y los Nissan largaban en partida Le Mans, con los coches alineados a 45 grados sobre la recta principal. Cada auto tenía una dupla de pilotos: uno estaba atado dentro del coche, el otro tenía que correr desde el lado opuesto de la recta para entregarle a su compañero, cuando se diera la señala, la llave de ignición, para poner el motor en marcha y arrancar.
Paco picó primero. Con mucha antelación.
Le había dado a su compañero, no la llave de arranque, sino la del baúl… El motor de su auto estuvo en marcha desde mucho antes que los de sus rivales…
Por el equipo de VA
Gracias Paco. A traves de tu entrega en las carreras y amabilidad fuera de ellas, te convertiste en uno de mis ídolos y alimentaste enormemente mi pasión por el automovilismo deportivo. Siempre te manetendré presente. Hasta pronto.
Se fue un grande del deporte motor.
Memorables fueron sus luchas en pista con otro grande de la época y de la categoría, como el «Chino» Rodríguez Canedo que corría con la marca rival (FIAT).
Como bien dice Marcoas, un caballero, siempre amable y con una sonrisa para su público.
Tuve oportunidad de ver una de sus últimas «clases» de manejo en unos 500 Km de la AAAS, hace un par de años, en la categoría TMH. Era espectacular verlo pasar autos en la S del Ciervo, por afuera, por adentro, por el medio….por cualquier lado, aún a coches de mayor potencia, al igual que frenar 30 o 40 metros más cerca que ninguno en la horquilla, corriendo a bordo de un 404 en pareja con Alberto Battolla, carrera que si mal no recuerdo ganaron.
Para los que tuvimos oportunidad de verlo nos quedará el recuerdo de un piloto muy fino, muy rápido y sobre todo un caballero.
Un abrazo.
Paco, te vamos a extrañar.
No me olvido mas de tu estampa, ni de cuando le ganabas a los 125 dando clases.
Siempre vamos a recordarte como un dandy.
I’m shkeocd that I found this info so easily.
Paquito, no me olvidare jamas de vos. Te conoci en tu casa de Alberti y Alvear de Mar del Plata, cuando corrias con la Giulia (Alfa Romeo) con la Inscripcion Fueguinos en aquella Mar y Sierra Antolofica. (Por ejemplo, corria «Larry» (Rodriguez Larreta) con un Alfa Romeo 2600 y «Charly» (Menditegui) con una cupe Mercedes Benz 220. Junca me olvidare. Probamos juntos la Giulia haciendo una tirada en la ruta 88. No me olvido mas. En la carrera, cortaste el diferencial y te quedaron marcadas todas las tuercas y arandelas que explotaron del arbol de mando, en el techo del Alfa. Te hicimos de auxilio con un Jaguar 3.8 de German Pesce, (el padre de los importadores del motocross). Paco, como me voy a olvidar de vos, si me iniciaste en el automovilismo, desde que corrias las picadas de playa grande con tu Borgward TS esquivando a la Policia de Mar del Plata que nos perseguia. Inolvidable. Los que te conocimos, te extrañaremos!!!
Paco no murió -como dirían los franceses- «simplemente ha vivido». Y todos en algún momento nos volveremos a encontrar con él. Quien perdura en los demás, no muere, continúa viviendo. Paco -seguramente sin saberlo- me enseñó cosas sobre como llevar un auto de carreras y para mí, está siempre presente y no se ha ido.
Pablo.
Paco, un grande!