¿SIGUE EN SUDAMÉRICA O RETORNA A ÁFRICA?
El undécimo Dakar sudamericano ha sido, con cierta lógica, el que menos repercusión despertó en la Argentina, el país más fierrero de la región. Las razones son obvias. Por primera vez desde 2009, el año en que el rally vino a América del Sur a refugiarse del terrorismo, no pisa territorio nacional. Eso supuso una enorme merma de participantes argentinos en la prueba y, desde ya, mal podía despertar el entusiasmo de otros años cuando todavía era una excitante novedad al mostrar máquinas de competición que causaban fabulosa sorpresa y asombraban a la gente común, la que normalmente no sigue el automovilismo ni reconoce a sus campeones.
Un Dakar de emergencia, eso quedó claro. Así lo han considerado los organizadores de la ASO, que se encontraron en la encrucijada. Luego de una década de prosperidad, se cerraron las canillas y no es tan fácil hablar de 6 millones de dólares de dólares de canon como si tal cosa.
El cambio de gobierno en la Argentina a fines de 2015 había comenzado a proyectar sombras sobre el paso del Dakar, y la separación llegó en esta edición, especial por los motivos menos pensados, al ser la primera vez que queda enclaustrado en las fronteras de un mismo país. Inédito en cuatro décadas.
ASO sabía que, a riesgo de perder dinero, era imprescindible sostener la maquinaria, mientras negocian cómo seguir. Pero este Dakar de emergencia no genera la misma empatía entre los pilotos. Dura menos días, es más corto, hay muchas etapas “bucles”, el espíritu tradicional parece haberse disuelto.
Stephane Peterhansel, el máximo ganador histórico de la prueba, calificó a este Dakar esencialmente peruano como “artificial” -aunque después se desdijo- y recordó que su experiencia más interesante fue, casualmente, la más extensa del Dakar, cuando fue de París a Ciudad del Cabo. Cruzar la mayor cantidad de fronteras es lo que tiene sentido para los aventureros del Dakar.
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¿Qué puede pasar en 2020? ASO trata de salvar la prueba en Sudamérica, porque aunque diga evaluar en regreso a África (lo que le piden muchos competidores europeos) podría estar bloqueado por la Africa Eco Race, la prueba que desde hace años solventan los despechados de ASO y que termina, como corresponde, en la capital de Senegal.
Etienne Lavigne, el veterano director de la prueba, sueña con que el año que viene el Dakar pueda largarse en Chile, recorrer dunas peruanas y terminar en Asunción del Paraguay. Chilenos y paraguayos estarían dispuestos a bancar ese sueño. La clave es, otra vez, la Argentina. Que las provincias del Norte, empezando por Salta, pero también Catamarca o Jujuy, puedan negociar su ingreso a la ruta, para ser el nexo entre Chile/Perú y Paraguay. Si no, el sueño del Dakar 2020 puede acabar cortado al medio.
Con la política de déficit cero que impulsa el FMI en la economía argentina, es obvio que del Tesoro Nacional no saldrá un maravedí. ¿Podrán las economías regionales hacer sus cuentas y entrar en la ecuación? Los pronósticos sugieren otra caída del PBI en 2019, pero si algún dinero aparece mágicamente, eso podría movilizar nuevos intérpretes argentinos para generar algo más en entusiasmo por el Dakar 2020. Correrían Fernando Alonso y Valentino Rossi, ¿nos alcanzaría con ellos?
Como sea, todavía falta un año para ello. Mientras tanto, Nicolás Cavigliasso lleva más de una hora y 15 minutos de ventaja en cuatriciclos sobre Jeremías González Ferioli. ¿Te imaginás el ruido que harían si estuvieran corriendo por terreno argentino, con cinco compatriotas entre los 10 primeros?
Pero… todo puede suceder. Si César Menotti retorna a la selección argentina después de 37 años, ¿cómo no va a poder regresar el Dakar a la Argentina?
Fotos: www.dakar.com
Otro éxito que le debemos a este gobierno de cínicos. Le perdonan 70 millones de dólares a Molinos pero nos ahorramos 6 del dakar !! Que nos sacó el futbol para todos por «la cantidad de jardines de infantes que se podía hacer con esa plata» y no solamente no hizo ninguno sino que cierra escuelas o las deja estallar como la de Moreno.
Gran parte del problema es no explicarle a la gente que este es un evento que por «solo» 6 palenques dolar promueve las economías regionales por el paso de la «ciudad dakar» de ciudad en ciudad y del público que se acerca a ver la competencia, el turismo a traves de la difusión de las imagenes de los paraisos con que contamos (preguntense cuanto saldría publicitar nuestro país en mas de 100 paises durante 15 días todos los días), trabajo para las radios y los periodistas (Campeones se mandaba mas de 140hs de transmisión con gran cantidad de auspiciantes en cada dakar en contraste con 0 fuera del horario habitual de sus programas este año) y por último y para nada menor la alegría de aquellos en pueblos olvidados en el medio de la nada a que los que lo mas importante que les ocurria en el año era ver pasar e inclusive poder ayudar a esos «locos» corriendo desaforados a todo o nada.