FUE PRESIDENTE DE TOYOTA ARGENTINA DURANTE 12 AÑOS CON AMBICIOSOS PROYECTOS
INDUSTRIALES CONCRETADOS, Y EN LO ATINENTE AL AUTOMOVILISMO ARGENTINO Y DE
LA REGIÓN,TAMBIÉN FIGURA CLAVE PARA APLICAR E IMPULSAR POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS
CLARAS EN EL AUTOMOVILISMO ARGENTINO EN EL PAÍS Y LA REGIÓN EN LÍNEA CON LA
MARCA. SU IMPRONTA PERSONAL LO HA CONVERTIDO EN UN REFERENTE DE PESO.

Daniel Herrero, contador público, trabajó durante 25 años en Toyota Argentina, automotriz líder que llegó a conducir en el país, así como también la división deportiva Gazoo Racing y Toyota Plan de Ahorro. Hace poco lanzó su libro autobiográfico, «Kaizen»; en sus páginas relata la experiencia vivida en la compañía y sugiere consejos en materia de management en el contexto del país. Daniel inició su carrera dirigencial en la filial argentina de Toyota en 1999, en el área de Finanzas, y años más adelante asumió la presidencia en 2010, puesto que ocupó hasta mayo de 2022.  A partir de esa fecha fue designado presidente de Toyota Plan de Ahorro, y coordinador de Gazoo Racing, el departamento de competición al que le dio gran impulso desde que se desempeñó al frente de la compañía.

Durante su gestión como presidente, Toyota Argentina concretó el ambicioso proyecto para la expansión de la planta industrial en Zárate, alcanzando las 140 mil unidades anuales de capacidad productiva. A su vez, desarrolló vehículos bajo la marca global Gazoo Racing, y lanzó Toyota Mobility Services (KINTO en la actualidad), una unidad de negocios de movilidad pionera en la región. Andrés Massuh lo reemplazó en Plan de Ahorro, y la división Gazoo Racing quedó a cargo de Juan Pablo Grano.

En una carta personal hecha pública hace poco, al concretarse su desvinculación sostuvo: «Era el año 1999 y estaba en medio del proceso de selección para ingresar a Toyota Argentina. La situación del país y la región era compleja, con un efecto especialmente negativo sobre la industria automotriz. En la última entrevista, un directivo japonés me preguntó: “¿Usted por qué quiere trabajar en una industria que está en problemas?”. A lo que respondí: “Las crisis en la Argentina pasan, son cíclicas, pero mi pasión por los autos va a seguir por siempre”. Quería ser piloto de autos, pero prefirieron darme el manejo de las finanzas. Estuve lo más cerca que pude, pero no me quejo: ¡también pude dar algunas vueltas y me divertí!

La historia de Toyota en el país está construida a partir de muchas historias mínimas. Seguramente, cada una de las personas que formó y forma parte de la compañía podrá contar la suya. Las historias nos hacen diferentes, nos moldean -también nos deforman, cómo no-, y son las que finalmente nos imprimen el carácter. Sucede con las personas pero también con las compañías.

Toyota logró convertirse en una de las empresas más admiradas del país gracias al trabajo de muchísimas personas, excelentes profesionales, a lo largo de esta gran historia de solo 27 años. Para mí fue un orgullo haber sido parte de este gran equipo conformado por empleados, sindicatos, proveedores, concesionarios, la comunidad de Zárate y, claro que sí, los clientes de la marca. No me gustaría que quede como una definición rimbombante, estoy convencido: Toyota es un gran equipo. Mi agradecimiento a cada uno de ellos.

Pero lo más importante es que Toyota ha construido su identidad a partir de una manera de hacer las cosas, de un determinado comportamiento a lo largo del tiempo, de una visión que la distingue, con una base de sólidos valores y que trasciende a las personas. Esto es en esencia Toyota. En lo personal, hoy es tiempo de dar vuelta la página. Y de dar el próximo paso, como hice toda mi vida. ¡Gracias a todos y hasta siempre Toyota Argentina!».

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Al hombre, en lo que respecta al automovilismo argentino, en el marco del conflictivo presente además y con anterioridad incluso, es bastante frecuente que se lo mencione como el indicado para cumplir un rol de envergadura en las decisiones de fondo exigidos por el deporte motor.

Días antes que se conociera su retiro de la compañía, y aún al frente de la división Gazoo Racing, Equipo1Media (°) le hizo una extensa entrevista de la que son replicados acá algunos conceptos de Daniel Herrero vinculados al automovilismo deportivo.

Cuando respondió sobre el enfrentamiento entre la dirigencia del ACA y la ACTC, negativo desde ya para el automovilismo de competición, y habida cuenta del rol ejercido en su momento como intermediario para tratar de reunir a las partes en pugna, Herrero consideró, «como amante del automovilismo, y siempre que lo pueda hacer, estaré tratando de ayudar, para que se dialogue y se pelee por el bien del deporte. Entonces, creo que hay que trabajar para lograr los consensos adecuados para que todos podamos disfrutar del automovilismo en la Argentina. Creo que falta diálogo, se puede lograr un acuerdo, pero hay que trabajar por eso. Comparto que estas peleas no le hacen bien a nadie».

La gran pulseada. Se dice que habría algunos interlocutores válidos trabajando para acercar a las partes en pugna y concretar una reunión.

El conflicto ha llevado en reiteradas ocasiones, a discutir sobre su origen, «¿Por que ha ocurrido?, a ver; yo uso la frase “ceder para crecer”. Cuando no dialogás con el otro, podés tener preconceptos equivocados. Cuando se va a una negociación y no se concede nada, es muy difícil lograr algo. Entonces, hay que sentarse con el otro, entender lo que el otro quiere, y buscar una solución que en el próximo estadio, sea mejor para las dos partes. Entonces, no se puede negar que el Automóvil Club Argentino tiene como principal objetivo “defender el automovilismo en la Argentina”, y por otro lado no podes dejar de reconocer que “el Turismo Carretera es la categoría más antigua del mundo”. Creo que los dos tienen, y soy todavía optimista, una oportunidad. Si dialogan, sin pelear, pueden lograr un acuerdo por el bien del automovilismo».

Después, teniendo en cuenta la decisión adoptada por la ACTC para comenzar una nueva era, instrumentando la incorporación de los autos de nueva generación desde inicios de la actual temporada (casi superan en número a los tradicionales e históricos, como se puede constar el fin de semana cuando el TC cierre la Etapa Regular en el Gálvez porteño, en la misma entrevista, al ser preguntado sobre si la llegada del Camry un par de años atrás, dio pie a la transformación actual de la categoría, siendo acaso la marca Toyota impulsora del cambio. «Creo que si y espero que sigan esos cambios. Considero que fue un desafío muy grande, y obviamente el riesgo era inmenso porque probablemente muchos iban a ser detractores. De todos modos, tengo que reconocer que nunca nadie me protestó. Incluso en la actualidad, muchos empezaron a sonreír al ver los autos nuevos. Se sabe escuchar que los jóvenes no recuerdan a Fangio o Senna, pero tampoco encuentran en su vida diaria una Chevy, un Falcon o un Dodge. Entonces, si uno quiere conseguir más público seguidor del automovilismo, debe poner lo que ese público necesita ver. Es un cambio, donde cada vez más chicos jóvenes están viendo a los nuevos autos del TC. Es lo de siempre, ante un cambio, el que lo sufre protesta el día uno, sin embargo, las ventajas y las mejoras llegan un poquito más tarde».

«Seamos honestos -enfatizó Herrero- el TC anterior no era atractivo para un país que no fuera la Argentina y que no conociera la historia. Hoy, con los coches de nueva generación, compite con el Nascar y las carreras tienen un mayor atractivos. Y algo también muy importante sumado, es la posibilidad de una proyección fronteras afuera, y con un parque de autos por demás respetable.

Como ejecutivo que ha debido adoptar decisiones con la mira puesta en el largo plazo, Herrero explicó a mencionado medio que planificaría para el automovilismo de los próximos 10 años, «creo que hay que trabajar mucho más en los chicos. Para mí es un deporte espectacular, lo adoro, me apasiona, sigo andando en kárting todas las veces que puedo. Creo que se puede cumplir ese sueño de hacerlo un deporte olímpico, también. El tema a futuro es cómo incluir al chico, cómo abaratar los costos para que pueda hacer la actividad de manera segura, y que tenga el proceso de formación que requiere un piloto a futuro; el semillero. Entonces, es ahí donde se necesita que el ACA y la ACTC estén juntos para desarrollar esa pasión».

Fotos:

(°): medio de opinión, análisis e información de motorsport y movilidad
a través de Podcast y redes sociales, participan Fernando Tornello,
Jorge Koechlin, Pablo Schillachi y Juan Manuelito Fangio, entre otros.
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