DEJAR DE CORRER TAMBIÉN ES DEJAR DE COBRAR.
Cuando hace algunos días Nico Rosberg, flamante campeón de la Fórmula 1, anunció su retiro tras conseguir lo que tanto había anhelado, se abrió un abanico de opiniones sobre el por qué de la decisión, tanto a favor como en contra. Pero hay otra cuestión que, seguro, interesa más al propio piloto y a su entorno: sus ingresos.
Ojo, el alemán seguramente no va a tener que pedirle prestados un par euros a algún vecino monegasco porque no llega a fin de mes. Pero, con su salida del circo de la F1, no sólo se queda sin cobrar lo que era el contrato con Mercedes, sino que también lo que aportaban varios de sus patrocinadores.
Está claro que Nico es un astuto inversor que se ha mantenido al día de la actualidad de los mercados y las finanzas, pero vive la versión simple de la vida de alto nivel, a pesar de vivir en Mónaco. En lugar de tener su propio jet, con traslados de corta distancia en verano, Rosberg está entre el montón de pilotos que viven en la Costa Azul y comparten los costos de alquilar un avión. El dinero es invertido en propiedades y empresas, con una diversidad de intereses comerciales cuidadosamente distribuidos para minimizar el riesgo.
Ahora, vamos a lo que el teutón estará dejando de ganar. Por empezar, ya no contará con los 21 millones de euros de su contrato como piloto de Mercedes. Tampoco, con los 930.000 euros anuales por su relación con el diseñador de joyas y relojes, Thomas Sabo, su único patrocinador personal.
Y hay que ver qué ocurre con uno de los patrocinadores del equipo, la marca de maletas Tumi, que había nombrado a Rosberg como uno de sus embajadores en un acuerdo paralelo en 2015; la relación que continuó este año, pero que en el futuro no está claro.
Entre las posibilidades que puede abrirse para que Nico siga percibiendo ingresos -no tan altos como los de un piloto activo- puede ser la de convertirse en embajador de Mercedes a cambio de sus vueltas rápidas en diversos eventos corporativos y de exhibición de viejos W196 cuando la oportunidad promocional lo requiera. Así podría reunir un salario anual que llegaría a siete cifras, manteniendo un perfil público bajo y centrado en su vida familiar, tal cual es su deseo.
La otra podría ser como comentarista en las transmisiones de la F1, donde su experiencia tiene un plus a la hora del análisis, además de que el rubio podría dar sus puntos de vista en inglés, francés, italiano, alemán o español, idiomas que maneja a la perfección. Por ejemplo, Martin Brundle gana 590.000 euros al año en SkySportsF1 por sus servicios, por lo que Rosberg podría rondar esa cifra o, incluso, superarla.
Por el equipo de VA.
Fuente: motorsport.com
Que se vaya a disfrutar y comer unas bradwurst, que en mas de 30 años seguro no pudo hacer por estar con dietas propias de un deportista.
Seguro se engancha con lo de ser «embajador de Mercedes», ya que en Goodwood siempre andaba con los autos clásicos y el último año dijo que él mismo era coleccionista.
Hizo lo que tenia que hacer y se fue cuando quiso y tiene toda la vida para disfrutar tranquilo, quien pudiera!!! jajaja