NO VA MÁS, AL MENOS, ARRIBA DEL AUTO.
Se quedó ahí nomás de retener el «1», más allá de que corrió al final ya sin posibilidades. Pero esto no le quitó el hambre a Mariano Werner, que fue implacable con el Fiat Tipo para lograr su tercera victoria en el año y despedirse de la mejor manera del Turismo Nacional, donde tuvo un no muy extenso pero sí muy intenso paso.
El entrerriano todavía debe lamentarse por no haber podido hacer la pole -quedó tercero, detrás de Manu Urcera y del Tato Bosio-, porque ese punto pudo haberle dado el bicampeonato, ya que tenía ventaja en el desempate con Leonel Pernía, que se quedó con el título a pesar del abandono por la rotura del motor de su Honda Civic. Pero Mariano no claudicó, salió con todo y redondeó un contundente triunfo en Viedma que lo dejó a un punto del Tanito.
De esta manera, ganó su tercera carrera del año (La Pampa, Neuquén y Viedma) y no le dio chances al revitalizado Bosio ni a un Emanuel Moriatis que cerró con podio una temporada llena de altibajos con el Ford Focus del Martos. Ahora, a pensar en un 2019 en el TN pero como director deportivo del equipo Fiat, con el cual también correrá en el Súper TC 2000, en la vuelta de la marca italiana como oficial.
«Hoy era el día de Leo Pernía, nosotros vinimos por el milagro y le pegamos en el palo. Tengo que agradecer a la categoría porque hoy lamentablemente tengo que dejar por lo menos en el arranque del año próximo debido al presupuesto, y quería despedirme dando todo en la pista, dando todo al equipo que me dio la posibilidad de pelear dos campeonatos, de ganar uno de ellos, de ganar muchas carreras», contó Werner.
Y profundizó su explicación sobre el por qué de su partida: «Yo aportaba un día un 15% de presupuesto al equipo y eso necesito pasarlo al TC, así que no tengo el aporte y el equipo necesita de pilotos que aporten publicidad. En mi caso no lo puedo hacer y me parece que hubiera sido de mala persona tenerlos hasta último momento y decirles que no sobre la hora».
SE DIO EL GUSTO
Con todo definido en cuanto al campeonato, la Clase 2 entregó una entretenida carrera en la que Marcos Fernández consiguió su primera victoria en la categoría, dándole el debut en lo más alto del podio al modelo Nissan March. Tras una ardua disputa con Miguel Ciaurro, que lideró gran parte de la carrera con el VW Gol Trend pero que debió conformarse con ser escolta, el puntano consiguió en Viedma anotar su nombre en la larga lista de ganadores de la categoría.
Por su parte, Juan Pablo Pastori terminó tercero con el Toyota Etios y se quedó con el subcampeonato, superando en la lucha a Julián Lepphaille. Nicolás Posco, el campeón anticipado, disfrutó de la carrera y del título y terminó noveno con el Ford Focus del Ale Bucci Racing.
Fotos: prensa APAT.