TEMPLE DE CAMPEÓN.
Es el que demostró tener con sus 17 años Jorge Barrio para superar en minutos el dramático momento de un espectacular y peligroso choque en los momentos iniciales de la carrera de TC 2000 en Toay y subirse a su monoposto de Fórmula Renault 2.0 para ganar de punta a punta.
“Largué la final de la Fórmula Renault 2.0 conmovido, porque me pasaron muchas cosas en poco tiempo. Nunca me sucedió que una persona me salga a lastimar. Por suerte estoy bien, pero fue un feo golpe. Él juega sucio, para su compañero de equipo y esto me parece deplorable” contó Barrio en un relato cortado por el llanto sobre el toque que su Fluence del equipo de Ambrogio protagonizó con el Citroen (equipo FDC) de Javier Scuncio Moro en la curva inicial.
A consecuencia del toque entre ambos en una polémica maniobra, el auto de Barrio quedó cruzado en medio de la pista y fue golpeado por los de Facundo Marques y Facundo Aldrighetti, mientras Scuncio Moro continuaba en carrera pero por poco tiempo ya que fue excluido con bandera negra. La tensión sobre la dramática situación se disipó al ver a Barrio salir ileso de su golpeado Renault al tiempo que la competencia siguió su curso hasta el final con la victoria de Eugenio Provens sobre un Toyota.
“Lo que hizo Scuncio fue una animalada” agregó Barrio ya instalado sobre el Fórmula Renault y determinado a enfocarse en la nueva carrera. “Le puse huevos y creo que fue una de las mejores carreras de mi vida y pude ganar” sintetizó media hora más tarde sobre su victoria de punta a punta controlando a Nicolás Suárez e impidiéndole al piloto pampeano repetir su éxito de la carrera sabatina.
Dos carreras con tan distintas situaciones y finales no impidieron que Jorge Barrio dejase Toay con una coincidente satisfacción: Sigue puntero en ambos campeonatos. Y lo que es más importante: demostró tener temple de campeón.