UN INVITADO QUE LUCE Y PREOCUPA.
“Si en condiciones normales, Russell me supera, me sentiría mal” anticipaba Valtteri Bottas en la previa de los entrenamientos del Gran Premio de Sakhir, cuando la llegada del ascendente George Russell en reemplazo de Lewis Hamilton (afectado por el COVID 19) comenzó a mover todo tipo de especulaciones.
No se conoció el pensamiento de Valtteri luego que Russell dominase las dos tandas de entrenamientos y el finés se ubicara 4° y 11° en ambas tandas. Tal vez se otorgue una chance ,más en la clasificación, un punto donde varias veces superó y/o estuvo cerca de Hamilton, pero que también es el punto fuerte de Russell. Una nueva superación por parte del inglésl desvalorizaría más las acciones de Bottas y para algunas extremistas hasta pondría en peligro su continuidad en el 2021 pese a la existencia de un contrato.
Por el momento lo cierto es que Russell comenzó a aprovechar de la mejor manera esta excelente e inesperada oportunidad que se le presentó de pasar al modesto Williams al dominador Mercedes Benz. Una oportunidad tampoco exenta de una tremenda responsabilidad para este inglés de 22 años y que debe aprovechar porque estos “trenes de lujo” no suelen pasar dos veces en la Fórmula 1. Y una responsabilidad que al disponer del mejor auto lo enfrenta a la imperiosa necesidad no sólo de confirmar su velocidad clasificatoria (en sus dos temporadas en Williams siempre supero a sus dos compañeros Robert Kubica y Nicholas Latifi) sino fundamentalmente de demostrar su confiabilidad en carrera, algo que todavía es una cuenta pendiente para quien en sus 30 carreras nunca terminó en la decena de puestos puntables. Un lunar para en quien es considerado la esperanza joven más firme.
Aislado tras haber contraído el corona virus en su visita a Dubai, el campeón Lewis Hamilton mira con atención, ¿y preocupación?, esta situación planteada en su equipo por la llegada de George Russell. Es cierto que nadie ni nada podrá quitarle su séptimo título, pero un posible triunfo de su compatriota George en su primera carrera con Mercedes Benz, seguramente repotenciaría las voces de varios colegas, entre ellos la de su gran rival Max Verstappen, asegurando que “el 70% de los pilotos actuales de la Fórmula 1 ganaría con un Mercedes Benz…” Una sutil forma de relativizar los méritos deportivos de Lewis con la relatividad de toda teoría.
Quizá más que la opinión de sus colegas a Lewis le preocupe la posibilidad que los directivos de Mercedes Benz y Toto Wolff, su director deportivo, la compartan y la pongan en la mesa a la hora de negociar el nuevo contrato como un freno a sus demandas económicas para elevar los actuales 45 millones de dólares anuales que tiene como sueldo.
Cuántas cosas cambiaron en Mercedes Benz en una semana. Y cuantas más pueden cambiar en las próximas.