¿SCHUMACHER
SE OLVIDO
DE MANEJAR?

Por Pablo Vignone

Cómodamente instalado en el sofá de terciopelo marrón pálido de su oficina de Knightsbridge, el exitoso bajito de pelo blanco vestido con traje gris camisa blanca y corbata de lana, se permite hacer notar una inquietud. “Estoy preocupado por el hecho de que el auto que Michael, y el de su copiloto Mr. Rosberg también, no están a su altura. Es un peligro, obviamente. La gente, me incluyo, esperan grandes cosas de Michael y creo que no hay motivos por los cuales el no podría ganar el título si el auto es lo suficientemente bueno”.

Al exitoso bajito sus secretarias lo llaman Mr.E y un gracioso podría llamarlo Ernesto (el dueño de todo ésto). Bernard Charles Ecclestone, 80 en octubre, trasuntó su preocupación antes de comenzar el Mundial 2010 de la Fórmula 1 en una charla con Ed Gorman del Times. “Michael”, está claro, admite un solo apellido: Schumacher. Ya después de los ensayos de febrero Ecclestone sabía que la enorme expectativa generada por el regreso del siete veces campeón mundial de F-1 no iba a verse reflejada inmediatamente en resultados.

Y aquí estamos. Corridas apenas dos carreras del Mundial, Bahrein y Australia, es honesto decir que los resultados no son nada auspiciosos. Y eso tampoco es apresurado. Si un piloto tiene como principal rival a su compañero de equipo, debe admitirse que Schumacher fue batido lisa y llanamente por su coequiper Nico Rosberg. A saber:


Lo único que puede arrogarse Schumi sobre el hijo de Keke Rosberg (el finés campeón del mundo en 1982 que no traga al ex piloto de Ferrari) es una vuelta más rápida en carrera en Bahrein, por solo 32 milésimas. En el resto de los rubros, resultados y tiempos de vuelta, el ex Williams lo ha superado.

Con algunos agravantes, como el hecho de que casi todo el GP australiano Schumacher lo perdió a la cola del Toro Rosso del niño Jaime Alguersuari, que podría ser su hijo. Solo un error postrero del español, a poco del final, le permitió al piloto de Mercedes adelantarse en procura del décimo puesto final.

¿Y qué decir del momento, festejado por muchos que reniegan de las dotes del ex ferrarista, en que Timo Glock lo superó con el Lotus-Cosworth en la curva 13 un segundo después de que Schumi lo hubiera pasado a su vez? Si no lo viste, hacé click acá: http://www.youtube.com/watch?v=_RC2-xx6ius

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¿Significa eso que Schumi se olvidó de conducir después de tres años de retiro? ¿Qué perdió el tren, el ritmo, el instinto? ¿Que la sangre joven es insustituible y que a los 41 años el entusiasmo y la voluntad no alcanzan por sí solos?

Parece exagerado. Es cierto lo que pregona Ecclestone: el Brawn 2009 se diseñó y construyó mientras todavía se llamaba Honda, con el dinero de los japoneses. Potente y generoso, aunque con zonas oscuras (como la incapacidad para calentar las cubiertas en clima frío) ese auto encandiló a Schumacher. Pero este Mercedes 2010 se pensó y pergeñó cuando el equipo ya daba señales de agotamiento económico como Brawn, y esas carencias se notan en la pista. De los Cuatro Grandes, Mercedes es el más chico.

Dice Norbert Haug, el director deportivo de la casa Mercedes: “Es tarea nuestra mejorar el paquete. Pero es justo decir que mejoramos en Melbourne respecto a Bahrein”. Según como se lo vea. En clasificación, los Mercedes retrocedieron un puesto (aunque Schumi parece abonado al séptimo lugar) y si en Bahrein Rosberg estuvo a 1s140 de Sebastian Vettel (1m54s101) y en Australia a solo 0s869 del piloto de RedBull (1m23s919) lo cierto es que para una vuelta de casi dos minutos, habría quedado más lejos que en Bahrein. De manera que la mejora es relativa.

Schumacher tiene explicaciones para todo. ¿Por qué no mejoró más en la clasificación de Australia? Porque lo tapó Alonso. ¿Por qué terminó tan atrás? Porque la carrera terminó cuando lo tocaron en la primera vuelta. ¿Por qué no remontó como lo hizo Alonso con la Ferrari? «Disfruté mucho con la lucha en Melbourne, aun cuando al final sólo consiguiera un punto».

También escribió en su página web: «Si observamos la clasificación, creo que tanto Nico (Rosberg) como yo podíamos haber terminado de 2 a 3 puestos más arriba. Sin embargo tuve una puesta a punto muy conservador, pensando demasiado en la carrera y además encontramos en la noche una fisura en mi alerón delantero que me costó tiempo. Haber largado más adelante en la carrera habría significado que podíamos competir por el podio», dice. «Todo ello me demuestra que no estamos demasiado lejos y estoy seguro de que hay mucho por venir. Por eso podemos ir con el buen sentimiento a Malasia de que desde Bahrein hemos mejorado claramente«, señala.

La prensa italiana se mofó: «El brillo ya no luce en Schumi», titula «Il Corriere della Sera» y «La Gazzetta dello Sport» comenta que «Schumi da la impresión de ser el hermano gemelo falso de Michael, que lo ganó todo». Hasta los circunspectos ingleses tomaron nota: «Schumi no puede aguantar el ritmo», opinó el “Daily Mirror«.

Dos carreras son insuficientes para sacar juicio, mucho menos para condenarlo. Quizás Schumacher esté pagando el precio de tres años de inactividad, de sumarse a un equipo nuevo al que todavía no abroqueló en torno suyo, quizás está descubriendo que en su ausencia las cosas cambiaron demasiado, y que los jóvenes ya no lo respetan.

La historia recién está comenzando…

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