A LOS 31 AÑOS.

La vida, su trayectoria deportiva y condiciones, hicieron que la gente de Toyota Gazoo Racing en Argentina, fijara la lupa en Franco Emilio Vivian. De esa forma, una vez que repentinamente resolvieron que el chico Hernán Palazzo debía volver a la «universidad del automovilismo» para aquilatar más experiencia, sonó el timbre de Franco.

Y ni bien acordaron el ingreso al equipo, el arquitecto Vivian comenzó a diseñar su renovado futuro automovilístico, un proyecto que no contemplaba en su tablero hasta hace poco. Iniciado en los karting, corrió desde 1994 a 2005; se consagró campeón argentino sudamericano en 2005, y campeón panamericano 2002, 2004 y 2005 (único piloto argentino en ser tricampeón panamericano Cik Fia. En autos debutó en 2006, en Fórmula Renault, y resultó el primero piloto en ganar en el estreno de la F-Renault con motores 2.0 y último triunfador con los impulsores 1.6 litros. Fue en 2010 cuando masculló mucha bronca por el subcampeonato logrado, luego de la polémica definición del campeonato de F-Renault, por aquella conflictiva definición con el equipo de los Werner que contaba con apoyo oficial de Plan Rombo, brazo financiero de Renault Argentina.

Los Corolla de Rossi, Santero, Barrichello y Vivian en los boxes del Cabalen (Foto prensa Toyota Gazoo Racing).

 

En 2008 se había estrenado en autos con techo, en Top Race Junior, al año siguiente pasó a la órbita de la ACTC y corrió en TC Pista con un Chevrolet del Tango Competición hasta 2012. Año em el debutó en el Súper TC 2000 a bordo de un Fiat Linea del Pro Racing. Luego al convertirse el Pro Racing en el equipo oficial Chevrolet YPF, mantuvo su lugar y compitió 2015 cuando regresó al TC Pista, en una Chevy del equipo de Emilio Satriano. No le fue bien esa temporada en el Súper, tampoco al equipo; en cambio en su vida personal alcanzó su gran objetivo, se recibió de arquitecto, profesión que lo apasiona.​

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En el equipo Chevrolet produjo una movimiento importante, cambió pilotos y Vivian quedó afuera. Lo suyo se limitó a participaciones esporádicas en carreras como invitado, y se lo vio cómodo y dúctil como comentarista y analista de maniobras discutidas en el programa televisivo Carburando.

Y bueno, mientras estaba concentrado en las computadoras y tableros de diseños, le tocó timbre Toyota. El puntapie inicial en el Cabalén, donde iba la cuarta fecha, en las pruebas comunitarios arriba de uno de los Corolla, había sido el más rápido. Faltaba lo más importante, sin embargo Franco pareció decir «estoy de vuelta».

 

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