ES CIERTO, FALTA AÚN.
El circuito 7 del Gálvez le tomó un exámen al Súper TC 2000, de los que cuesta aprobar. Y si bien Julian Santero pole, candidato, la vio desde afuera después que lo embocó con una goma rota, descontrolado su Honda, Nico Moscardini, ahí estuvo el alumno ejemplar de Toyota, el mejor de la promoción sin dudas, Matías Rossi.
Matías ganó y fijate, lo escoltaron los dos que lo persiguen en el campeonato, Agustín Canapino y Facundo Ardusso; el Facu casi se había olvidado donde quedaba el podio. El Misil disparó otra señal, el título pretendido, se acerca cada vez más. En Japón, lo esperan para incrementar las vitrinas de logros deportivos en el mundo.
Pasó el Súper por el circuito 7 y volvió en domingo, de los muy poco utilizados en el Coliseo, corto 2607 metros y bien veloz. Además 45 vueltas a afrontar con precauciones extras, las cubiertas se transformaron en el objeto más mirado y hasta temido por equipos y pilotos. Casi siempre a fondo, con un único frenaje que duele, en la Horquilla, los drivers asintieron sus preocupaciones.
Canapino veloz pero le alcanzó para dar caza a Rossi.
Y si bien, no hubo los sobrepasos que tanto precisa el Super y otras categorías como el TC, Top Race (sacamos del listado al TN), la carrera rescató la calificación de «buena».
¿Habrán coincidido los demasiado escasos 500 espectadores en las tribunas, cupo máximo, convirtiéndose el automovilismo y el STC, en el primer deporte en permitir el regreso del público luego del parate por la pandemia. Pudieron haber sido más, quizá 2000/2500 dado la amplia capacidad del autódromo, a modo además de hacer experiencia en el cumplimiento de protocolos en forma más fehaciente, con la mente puesta en futuras convocatorias que, es evidente, no volverán a ser como antes del Covid-19
En otro de los Corolla oficiales, los autos dominadores de la temporada que se encaminan al campeonato, Julián Santero hizo la pole con Rossi atrás. Sin embargo, la fortuna lo abandonó al mendocino, primero perdió terreno con Ardusso y Valentin Aguirre (cuarto en el Corolla del equipo Midas) en muy buen trabajo, y luego cuando Nicolás Moscardini con la goma delantera rota de su Honda, en el frenaje de la Horquilla se lo llevó puesto y ambos abandonaron. Por el incidente así como por el despiste antes en el temido curvón de Marcelo Ciarrocchi en uno de los Citroen de Javier Ciabattari en la vuelta 10 y Tomás Gagliardi Genné del staff de pilotos carrera-cliente de Renault en el giro 40, lo mismo que Leonel Pernia (Fluence, en la 34 el campeón pidió que terminen de ocurrirle todas las malas en 2020. Por ellos hubo ingresos del auto de seguridad.
Se había prolongado el dominio de los Toyota, comprobado el fin de semana anterior también en el Gálvez, cuando el brasileño Rubens Barrichello ganara las dos carreras. Rubinho en sábado, sexto por si hiciera falta, notable el avance del arquitecto Franco Vivian, de último a arribó décimo entre los del sol naciente.
Un apunte para tener muy en cuenta, y vinculado a la exigencia del circuito 7. Antes de largar, arriba de su auto en la grilla, Rubinho reconoció ante el periodista entrevistador que le costaba hacer el curvón por la velocidad. O sea, lo encaraba con respeto y no se le cayó ningún anillo al hombre con mas de 300 grandes premios en Fórmula 1. No se escuchó algo similar de los pilotos locales, quizá por minimizar el compromiso o por ocultar el miedo. Ah, no; es cierto que los corredores argentos no conocen la palabra miedo, menos el temor. No sea cosa que se muestren vulnerables, poco afectos en una buena parte de las figuras, a cultivar la modestia. Acostumbrados a echarle la culpa a otros entre los que también caen las gomas. Desde ya, son hombres contra rivales y contra sí mismos, con atributos y flaquezas a más de 200 km por hora. No se debe olvidar.
Un último pensamiento: cuanto se enriquece una carrera cuando, además de ir a fondo hay que pensar en tantos factores en juego: cuidar las gomas, temperatura del motor, estrategias, subvirancias, sobrevirancias, frenos. Un cóctel así y con algunos ingrediente más, definen la calidad de un piloto. El circuito 7 los recibió gustoso y les tomó exámen de los que califican en serio.
Fotos: Prensa Toyota Gazoo Racing y Prensa equipo YPF Chevrolet.