UN TRIUNFO ESPECIAL

No ganó en ninguna de las categorías del Dakar, pero David Castera festejó tanto o más que los verdaderos vencedores a la hora de la finalización de la tradicional carrera. Es que desde su cargo de director general había logrado derrotar la amenaza del coronavirus, ese que este francés definió “como un monstruo complicado porque no tienen reglas fijas.”

Esa carrera contra el coronavirus no fue sencilla y en las semanas previas creo instantes de incertidumbre cuando el gobierno de Arabia Saudita cerró las fronteras. Allí surgió la “muñeca negociadora” de la gente de Amaury Sport Organisation (ASO), la empresa organizadora del Dakar, para conseguir del gobierno saudita el permiso para la llegada de vuelos chárter.

David Castera acompaña el festejo de Kevin Benavides. «De no haber existido los Dakar en Sudamérica, los pilotos sudamericanos no hubiesen tenido posibilidad de ganarlo» aseguró el francés.

“El COVID 19 fue una carrera más dentro del Dakar. Nos cambió el ritmo de trabajo en la organización porque fue la etapa cero y la más complicada” señaló Castera, que temía que los mayores riegos de contagio ocurriesen en las comidas. Por eso se implementó un sistema que dividió los comedores en distintas secciones y limitó la cantidad personas por mesa. Dio resultado y no se conocieron casos positivos

Ya con el buen resultado a la vista, Castera reveló que “en las semanas previas pensamos por un momento la posibilidad de suspender el Dakar pero decidimos seguir adelante porque de haberlo cancelado, mucho equipos que estuvieron inactivos durante 2020 se hubieses fundido. Además queríamos hacerlo para permitir que la gente sueñe y se divierta…”

Fotos: dakar.com

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