ENTREVISTA EXCLUSIVA con el director de la escuadra francesas que se prepara para la edición 2016 del Rally, en la que nos nos privamos de hablar ni siquiera del duelo Girolami-Canapino.
El cuartel general y los talleres de Peugeot Sport se encuentran en Vélizy-Villacoublay, al sudoeste de la capital francesa, un suburbio tecnológico en el que, por ejemplo, se fabricaban los misiles Exocet o los Matra-Simca ganadores de Le Mans. Pocos equipos de competición en el mundo –algunos en Fórmula 1, en Endurance o en rally- poseen el despliegue y los medios del León galo, que el año pasado decidió recuperar la corona del Dakar que había hecho suya en los ’80, aunque con un auto en el 11° lugar y otro 34°, su primera experiencia fue más aleccionadora que exitosa. Allí, Bruno Famin, el CEO de Peugeot Sport que vivió muchos años en nuestro país, explica a Visionauto los planes para tratar de conquistar la naturaleza sudamericana, aunque no se priva de hablar de los pilotos argentinos.
-Qué balance hace del rendimiento en el Dakar 2015?
-No podemos estar satisfechos con una undécima plaza final, nos hubiera gustado ganar un par de etapas, casi lo logramos pero hubo algunas cositas que lo impidieron, pero éste es un programa de mediano plazo y el resultado del 2015 nos ayuda muchísimo para mejorar el auto, mejorar el equipo. El Dakar 2015 no tiene nada que ver con el Dakar de 1990, cuando Jean Todt luchaba contra las camionetas… Ya no hay más camionetas, son todos prototipos de teams con mucha experiencia, como el X-Raid que tiene 13 o 14 años de experiencia con un auto como el Mini que está muy bien hecho. Para ir a luchar contra ello, hay que tomar el programa realmente en serio, en 2016 esperamos hacer otro paso significativo.
-¿Lo decepcionó no estar más adelante?
– Por supuesto no se puede llamar un éxito, pero era el mejor resultado posible para la continuidad del programa. Tuvimos apenas un año para diseñar, hacer las piezas, armar el auto, y empezamos con el rally más duro del año. Y llegamos con dos de los tres coches.
httpv://youtu.be/LlfxP7sSK-Y
-¿Qué problemas advirtió usted en el coche durante este primer Dakar?
-Los puntos débiles del auto fueron todos, porque el auto fue a correr con ningún desarrollo, o sea que había que mejorar todo: el peso, el trabajo de las suspensiones, el rendimiento del motor, la relación de caja. Los puntos más criticados por los pilotos fueron la inestabilidad del chasis, con la tendencia a volcar en dos ruedas y la falta de respuesta del motor especialmente en grandes altitudes. La gran virtud fue la confiabilidad, ya que durante los tests habíamos tenido muchos problemas de transmisiones que nos impidieron hacer muchos kilómetros. Una gran conclusión que hemos sacado es que el concepto que habíamos definido nos satisfizo: dos ruedas motrices, tracción trasera, motor turbodiésel, todo eso lo confirmamos, y seguimos creyendo que es una buena solución para ir a luchar contra los Mini.
-¿Qué le falta al 2008 DKR respecto del Mini?
-Los 15 años de experiencia que llevan corriendo el Dakar, lo que hace que todos los detalles estén muy bien pensados. Todo está muy optimizado. A nosotros nos falta.
-¿Habrá tres o cuatro autos en la largada del 2016? Se dice que la estrategia será correr dos coches nuevos y dos de los actuales.
–No se sabe todavía. Estoy seguro que usted leyó que Monsieur (Sebastien) Loeb estaba interesado en correr el Dakar. Es cierto, nunca lo negó, un día va a hacerlo, seguramente, cuándo será no se sabe. El probó dos días el auto en junio, le gustó bastante a pesar de que nos sacó todos los defectos del auto. Es un piloto extraordinario, con 10 kilómetros arriba del auto ya lo conoce. Pero lo que le faltará es la experiencia del terreno, el desierto, que no conoce para nada. Y la manera de conducir es totalmente distinta de lo que conoce en el Mundial de Rally.
-Entonces, de cero a cien, ¿cuántas posibilidades tiene Loeb de correr el Dakar 2016 con Peugeot?
–Entre cero y cien, más o menos… No quiero entrar en este tipo de juego porque si digo 99 y después no se sube, voy a quedar muy mal. Es el tipo de hombre que entra en una nueva disciplina únicamente si está seguro de que va a tener todas las luces verdes para hacer algo correcto. Tiene que estar satisfecho del auto, tiene que encontrar un copiloto, tiene que tener el tiempo para probar antes, tiene que estar libre de sus otras obligaciones…
–¿Quedó contento con sus pilotos? Se dijo que había tenido algún roce con Sainz por la manera de encarar el rally.
-Muy contento, sí, con Stephane (Peterhansel), con Cyril (Despres), a quien ahora navegará (David) Castera. Ellos irán ahora en setiembre a correr el China Silk Road Rally, con los autos que condujeron en el Dakar. No hubo roces, para nada. Sainz es el tipo de piloto que empuja realmente a un equipo. No lo conocí, pero me imagino que Schumacher era igual, lo mismo que Alonso, este tipo de personajes son muy exigentes, piden cosas con autoridad porque ellos están capacitados para ganar y por lo tanto quieren el mejor auto, el mejor equipo y piden cosas para mejorar. Sus exigencias son muy positivas para el equipo. Sainz tuvo sus dudas después del Dakar, no tanto sobre la estrategia, sino sobre las orientaciones técnicas que íbamos a tomar. El está a full en el proyecto.
-¿El 2008 del 2016 es una continuidad del modelo que corrió este año o algo radicalmente distinto? ¿Es cierto que será más ancho y más largo?
-Sí. El concepto sigue igual, pero el auto va a ser totalmente nuevo. No alcanza solo con sacar las ruedas 20 centímetros hacia afuera. Va a haber pocas piezas iguales. Estamos en un proceso normal de evolución.
-¿Van a ganar el Dakar 2016?
-Ganar el Dakar es muy complicado, porque la carrera es muy difícil, es aún más complicada desde que está en Sudamérica. Cuando se trataba de ir de París a Dakar, se sabía qué clima iba a haber, no temía a las lluvias o las inundaciones o el frío o la altitud… Por ejemplo, en 2016 vamos a estar tres días en Bolivia, a más de 4.000 metros de altura, quizás con mucha lluvia y mucho barro, y nadie sabe qué condiciones vamos a enfrentar. Es realmente difícil estar preparado para todas las condiciones posibles. Estamos luchando contra rivales muy bien armados. Prefiero pensar el 2016 para dar un paso grande en términos de performance y estar mucho más competitivos que en 2015. Pero nunca vamos a decir que vamos a ganar en 2016. El objetivo del programa es ganar, por supuesto, pero vamos con muchísima humildad porque tenemos un montón de cosas que aprender.
-¿Cómo ve el Dakar en Sudamérica?
-Comunica mucho mejor. En el Sahara nunca había nadie… Aquí es una fiesta por cada pueblo por el que pasa, es muy agradable eso para la gente y para nosotros. Especialmente en la Argentina, se nota que la gente está apasionada, son tuercas. A mí habían dicho que había mucha gente en las calles, en las rutas, pero verlo fue realmente impactante.
Las cifras de Peugeot Sport
- 32 Peugeot 208 T16 vendidos en un año
- 180 Peugeot 208 R2 vendidos en tres años
- 80 Peugeot RCZ vendidos en tres años
- 25.000 equipos y pilotos relacionados en los últimos 30 años
“Es un problema de ricos”
-¿Está al tanto de lo que sucede en el automovilismo argentino?
-Más o menos. Estamos siguiendo el SuperTC2000 con el 408 y también los 308 del TN.
-¿Cómo lo ve desde Francia?
-Veo un automovilismo fuertísimo. Para nosotros, los dos países más fuertes en términos de deporte motor son Argentina e Italia. Allí apoyamos mucho la actividad. En Francia hay mala onda con el automovilismo en general, hay demasiada política y con el tema de la ecología es políticamente correcto decir que el automovilismo es dañino.
-¿Qué opinión tiene de los pilotos argentinos? Ultimamente hay un debate sobre si nuestros pilotos deben salir a correr más al exterior.
–Pechito López demostró el valor de los pilotos argentinos, realmente explotó el año pasado con el título de WTCC, y con López hay gente que se dio cuenta de que hay pilotos de valor en el SuperTC2000. En el Dakar está Orly Terranova, podríamos tenerlo, es bueno, pero no creo que sea el mejor.
-Peugeot tiene dos pilotos, Néstor Girolami y Agustín Canapino, que normalmente le transmiten tensión al equipo de SuperTC2000. ¿Está enterado de lo que sucedió en Rafaela? ¿Tiene alguna receta para el caso?
-Sé de la tensión, ¡si hasta hicieron una película con eso! Tener dos número 1 en el equipo es, como dicen, un problema de ricos. Después hay que saber manejarlos, para evitar problemas como los de Rafaela, pero al final siempre es mucho mejor. Es lo que hemos hecho teniendo a Sainz y Peterhansel en el mismo equipo, ahora están totalmente dedicados a mejorar el team y hacerlo ganador. Hay muy buena relación entre ellos pero estoy totalmente convencido que el día que estemos en posición de ganar la relación va a ser un poquito más complicada.
-¿Podríamos tener a pilotos argentinos corriendo un Peugeot preparado en Francia en alguna carrera importante del calendario internacional?
–¿Por qué no? Pero por ahora hay bastante poca probabilidad. Tenemos que tener los mejores pilotos argentinos en el mismo tiempo en que querramos. Podríamos haber ido con un 308 GTi a correr a las 24 Horas de Nurburgring con una tripulación argentina, pero el tema no tiene sentido si no es el mismo 308 que se vende en Argentina, porque todo lo que hacemos es para promover los productos de la marca.
-¿Y correr con un Peugeot 408 de SuperTC2000 en las 24 Horas?
-Ese auto muy específico para estar autorizado a correr las 24 Horas, hay que hacer dos carreras antes del campeonato, es una logística y un presupuesto muy difícil de reunir. Pero son charlas que intercambiamos con Argentina y que algún día tendrán su fruto.
“Le Mans y el Dakar tienen mucho en común”
–¿Fue el Peugeot 908 HDi FAP, ganador de Le Mans, el mejor auto de carrera que salió de aquí en los últimos tiempos?
-Uno de los mejores sin duda. Fuimos los primeros en adoptar la convención de usar la misma sigla para modelos sucesivos, así que hubo por lo menos dos 908 muy buenos, uno con el V12 y otro con el V8. Pero el 208 GTi, con el que Loeb ganó la Pike’s Peak también fue un muy buen auto: 875 HP, 875 kilos, y 1000 kilos de downforce…
-Usted ama las carrera de Endurance. El Mundial está pasando por un momento muy bueno, y Peugeot fue parte del inicio de ese momento, pionero en el desarrollo de tecnología híbrida que se impuso. Sin embargo, ahora está afuera. ¿No le da un poco de tristeza no estar en esa competencia contra Audi, Toyota y Porsche?
-Un poco de tristeza no, ¡mucha tristeza! Creo que es la competición ideal para Peugeot, una muy buena herramienta de comunicación de la marca, que nos daría mucho “power pricing” como se dice ahora, valor agregado. Hubo que dejar en un momento, seguramente pudo haber sido mejor la manera en que nos fuimos (a comienzos de 2012), no tan precipitada. Pero también es cierto que aunque nos hubiéramos quedado, no teníamos un auto para la nueva reglamentación y no podíamos haberlo construido. Por ahora, basta decir que Le Mans y el Dakar tienen mucho en común: no solo la cuestión de la resistencia, sino esa capacidad para el imprevisto, esa conciencia de que cualquier cosa puede ocurrir en cualquier momento.
httpv://youtu.be/sGgVDynVCEM
-Con tres victorias en Le Mans, Peugeot representaría una parte importante de las 24 Horas si decidiera volver. ¿Existe esa posibilidad a mediano plazo? ¿Es inexorable el regreso?
-Sí. No creo que sea inexorable, tanto como eso no, pero sería muy bueno regresar. ¿En cuánto tiempo? Quién sabe. Depende de dos aspectos: de la salud del grupo PSA y de que bajen un poco los prespuestos. Este año Porsche y Audi pelearon por la victoria en Le Mans pero gastando cinco veces más que nosotros cuando dejamos de correr allí. Toyota también tiene mucho dinero para gastar, lloran un poco pero su presupuesto es alto también, este año estuvieron lejos de la punta porque se quedaron dormidos, sí. ¿Nissan? Un auto con motor y tracción delanteros es un concepto interesante, pero quizás tendrían que haber explorado otras alternativas para ese concepto, por ejemplo, un motor de cuatro cilindros en línea y no un V6. Lo dijo el propio Carlos Ghosn, el CEO de la compañía: “queríamos ser diferentes y rendidores. Solo fuimos diferentes”.
¿Podría Peugeot ir al Mundial de Rallies si Citroen deja el WRC? Usted dijo no hace mucho que el RallyCross tiene más sentido que el WRC.
-Eso de que dejan, pregúntelo en Citroen. Creo que nos cae mejor el RallyCross, donde ya tenemos un equipo, para el que este año hemos hecho coches nuevos, en un torneo que está muy bien organizado y que está creciendo en atractivo y difusión.
-¿El automovilismo de hoy sigue dando oportunidades para hacer desarrollos técnicos que tengan importancia directa en los autos de serie?
-Sí. Con la tecnología híbrida, por ejemplo, que desarrollamos para el 908 Hybrid FE -que nunca llegó a correr- construimos dos autos con las prestaciones de un 208 normal pero que gastaban menos de dos litros cada 100 kilómetros. Pero los desarrollos técnicos que pueden hacerse no van directamente a los autos, no es que sacamos una pieza del auto de carrera y la aplicamos al coche. Lo que importa es el concepto técnico.
-¿Sigue teniendo validez el concepto “gana el domingo, vende el lunes”, con el que durante tanto tiempo se justificó la inversión en el automovilismo?
–No. El automovilismo es importante hoy para desarrollar la imagen de la marca. Corremos para posicionar a Peugeot. Es cierto, cuando ganaba el 205 hace 30 años en el Mundial de Rally, todos querían comprar uno al día siguiente, pero en esa época solo había tres coches en ese segmento: el 205, el Renault 5 y el Fiat Punto. Ahora hay 40 autos por cada segmento… Antes, los hinchas tenían fidelidad por las marcas, hoy si te tardan tres meses en entregarte el auto elegís otra marca, y no importa si ganó o no el domingo…
-¿Qué le parece la Fórmula 1 actual? ¿Podría ser importante para Peugeot estar allí en un período próximo?
-No. No pensamos en ello. No es lo nuestro.
Siete años en la Argentina
Bruno Famin, titular de Peugeot Sport desde 2012, vivió siete años en la Argentina, entre 1994 y 2001 y tiene un hijo nacido en Buenos Aires. “Ya no tenía más potencial para desarrollarme cuando me fui”, recuerda. “Fui a trabajar a Sevel, cuando era 85 por ciento de los Macri y 15 por ciento de Fiat. Mauricio (Macri) fue mi jefe hasta que se fue a Boca… ¿Puede ser presidente?” inquiere. “Estuve cerca de los Peugeot 405 que ganaron el título de TC2000 en 1995, con Juan Manuel Traverso (sic) y me quedé cuando el grupo PSA compró toda la operación en 1998. Este año, cuando fuimos con el equipo del Dakar a instalarnos a la fábrica de El Palomar una semana antes de la largada, volví a encontrarme con mucha gente conocida”.
Por Pablo Vignone (desde París, Francia)
Fotos: Peugeot Sport