Durante todos estos meses, los que transcurrieron desde que capotó el proyecto USF1 hasta ahora, el locuaz Peter Windsor continuó trabajando en
Y es lógico: Bernie, que fue el primero en pronosticar el desastre del F-1, es el mismo que le dio un trabajo en GPTV, la productora de contenidos televisivos que alimenta las grandes pantallas estáticas de los circuitos. Ya en el primer Grand Prix del año, en Australia, se lo vio subrepticiamente en esas funciones. En cambio, Ecclestone no le cedió una credencial para el paddock, para que nadie lo viera. Una especie de castigo por provocar semejante papelón… o una suerte de salvoconducto para salvarlo del linchamiento. Windsor, el de la lengua incontenible, empieza a hablar. Todavía no dijo nada. Preparate.
9/8/2010