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Es el Lole Carlos Reutemann en la inolvidable Ferrari 312 T2 en el autódromo porteño, en el verano de 1978 saliendo de la Horquilla llenando los oídos para los que estuvieron, de una música incomporable. La foto tuiteada por Alejandro de Brito, el hincha nº1 del Lole en la Argentina ha cosechado muchos «me gusta» en Twitter.
La foto es un testimonio de una época memorable para Reutemann, para los aficionados argentinos al automovilismo y para el deporte de nuestro país.
Foto: gentileza Alejandro de Brito.
Estuve ese fin de semana en el autódromo, tenia 14 años y nos fuimos solos con mi hermano desde Rosario en tren (algo impensado hoy dia).
El viernes el Lole hizo el primer tiempo pero todavía recuerdo la vuelta que hizo Andretti el sábado para quedarse con la pole. Volaba el Lotus 78 y doblaba como un scaletrix.
En ese año de 1978, se sumaron dos hechos para que el Lole no saliera campeón:
1) El Lotus 78 con el nuevo diseño de efecto suelo era muy dificil de batir. No por el piloto, porque Reutemann era superior a Andretti,sino porque el tipo de motor de la 312T- de 12 cilindros opuestos- impedía un diseño de piso comparable al de Lotus.
2) Las cubiertas Michelin, imbatibles en algunos circuitos e indomables en la mayoría.
Estuve en esa carrera. En realidad estuve en todas los G.P. de F-1, desde el ’77 hasta el ’81 inclusive. Nunca asistí a otra fiesta de ese tipo. El Lole lograba convocar cantidades impensables hoy día de gente en el autódromo, con temperaturas de no menos de 40° (el servicio meteorológico podrá decir otra cosa, pero los bomberos nos regaban para que pudiéramos sobrellevar aquellas largas jornadas de enero). Tenerlo a REUTEMANN siempre en un equipo y auto de punta es un gratísimo recuerdo que atesoro en mi memoria, y valoro en toda su dimensión lo que logró el santafesino, en una época de enormes pilotos en la F-1 internacional.