«Es una historia antigua y no es la primera vez que existen rispideces con el Turismo Carretera. Si no me equivoco, este es el tercer conflicto histórico con esta categoría. En mi opinión, cuando una entidad organiza y fiscaliza al mismo tiempo, ahí surge un problema: no podés ser juez y parte», ha dicho Carman cuando fue entrevistado por Carlos Cristófalo, director del portal motor1.com.
Los múltiples intereses salidos a la luz a medida que los tironeos se agudizaron, marcan las profundas diferencias a la hora de enfocar el tema del automovilismo deportivo en el país, y con implicancias en el terreno internacional. El punto de partida del conflicto, al menos en forma pública, surgió ante el cambio de vereda, desde la CDA del ACA a la ACTC, de categorías como Turismo Nacional, Turismo Pista, Fórmula Nacional y más recientemente varias federaciones de automovilismo existentes en la Argentina, potenciándose con más factores que han sumado. Carman durante la mencionada entrevista ha detallado que «Las fiscalizaciones del automovilismo que realiza la CDA es el caso de una actividad que al Automóvil Club Argentino le sale mucha plata. Algunos dicen que esa plata se recupera con las licencias, pero yo puedo mostrar los balances: en la proyección para este año, la CDA va a terminar perdiendo arriba de 1000 millones de pesos. Hay mucha gente que habla y opina, pero no tiene ni idea de lo que son los balances contables del Club».
Hizo hincapié después en que «nosotros como club lo único que hacemos es fiscalizar las competencias de automovilismo con el aval de la FIA. Lo único que le pedimos le pedimos a la ACTC es que, si ellos van a fiscalizar sus carreras, que lo hagan bajo el Código Deportivo Internacional (CDI) de la Federación Internacional del Automóvil (FIA)».
«La ACTC es un negocio. Nuestro club no es un negocio», enfatizó el presidente del ACA. «Hay que reconocer que el negocio de la ACTC lo manejan bien. Es un negocio rentable y fantástico, pero me parece que el problema está ahí: en la avidez de hacer crecer el negocio, avanzaron sobre otras categorías y ahí es donde se mezcla la parte de fiscalización, que ya venía siendo cuestionada por los pilotos».
Al responder como se solucionaría el serio diferendo, Carman sostuvo, «se podría arreglar muy fácil si la ACTC y todas sus categorías decidieran volver al paraguas de la fiscalización del ACA y la FIA. Hagamos una analogía: supongamos que mañana te juntás a jugar al fútbol con unos amigos. Obviamente que las reglas las van a poner entre ustedes. Pero si querés participar en un torneo oficial, vas a tener que darle bolilla al reglamento de la AFA. Si te juntás con amigos a organizar una carrera callejera, obviamente que ahí no habrá reglas ni leyes. Pero si vos querés que los pilotos de tu categoría -que son excelentes- puedan escalar y trascender, vas a tener que darle un marco oficial al campeonato, para que sus títulos sean reconocidos a nivel mundial. Es un cortocircuito que no fue promovido por el Automóvil Club. Quizás hubo errores nuestros, eso no lo descarto. Pero creo que tiene que haber buena voluntad de las dos partes para llegar a un punto de equilibrio. El Club no se va a mover de algunas cosas que son principios básicos.
«Si ellos quieren reunirse -reiteró Carman en la entrevista- nos encontramos mañana mismo. Yo no tengo ningún problema en sentarme a dialogar. Pero lo que pasó en los últimos meses dejó la situación bastante chisporroteante. De todos modos, el caso está en manos de Eugenio “Chippy» Breard, el vicepresidente de la CDA y todo el equipo que lo acompaña. El otro día nos reunimos con las Federaciones de diferentes categorías y nuestro mensaje fue claro: “El Club cumple 120 años y, si fuera por mí, va a cumplir otros 120 años más. El Club no se va a mover de su posición y va a seguir estando en el tiempo”. Lo único que hoy es constante es el cambio, pero también es bueno tener algunas cosas que sean inamovibles. Eso es el Automóvil Club Argentino: una institución que va a seguir estando y va a seguir fiscalizando. La ACTC la hacen las personas: hoy está Hugo Mazzacane y después pueden estar otras personas. Es una institución que ha mutado mucho y que también tiene muchos años, pero depende más de las personas que el ACA. El ACA no depende de César Carman, tenemos más de mil directivos que van a seguir trabajando para mantener los mismos principios de siempre.
Foto portada: gentileza diario La Nación