ERA OTRO TURISMO CARRETERA y fundamentalmente otro momento de Argentina aquel de principios de junio de 1982, hasta el fin de semana el último antecedente de la categoría en Concordia. El drama y la tensión por la Guerra de las Malvinas estaba llegando a su lamentable punto culminante aunque a la distancia muchos no lo percibían o no lo querían percibir. Por eso para muchos la vida seguía normalmente y la guerra parecía una película vista de lejos. Por eso seguían los espectáculos artísticos, el fútbol, las carreras. Por eso el TC corrió en Concordia, apenas una semana antes que se produciese la rendición argentina.
No fue un rutero de los clásicos aquel circuito donde se disputó la Vuelta de Concordia. Tenía poco más (6.900 metros) que algunos autódromos, ese dibujo triangular conformado basicamente por las rutas 14 y 22. Hubo 48 autos, 5 más que este fin de semana, pero esto no impidió que se mantuviese el habitual esquema de dos series, un repechaje y una final. Roberto Mouras y Eduardo Martínez, con sendos Dodge, vencieron en las series, mientras que Roberto Caparello, con otra cupe GTX, se llevó el repechaje.
Hubo otros protagonistas en la lucha por la victoria final. Emilio Satriano (Chevrolet) y Jorge Martínez Boero (Ford Falcon) se la disputaron hasta que a seis vueltas del final, el Gaucho de Bolívar rompió un pistón y esto dejó el camino libre para que la llegada triunfal de Emilio desatase el primer festejo del año de los hinchas chivos. Mouras y Martínez completaron un podio donde pudo haber estado Oscar Aventín pero el Puma se pasó en un frenaje con su Dodge. Quedó cuarto y detrás se encolumnaron inmediatamente quienes lo precedieron al mando de la ACTC: Octavio Suárez, por entonces el presidente, y Juan Carlos Deambrosi, ambos con Dodge. También aquel fresco domingo Hugo Mazzacane se puso el casco pero para sentarse en la butaca derecha del Dodge de Daniel Di Falcis. El actual dueño del sillón mayor de la casa de la calle Bogotá 166 apenas dio tres vueltas.
Este fin de semaan el TC volvió a Concordia luego de 32 años pero acorde a estos tiempos no llegó nuevamente a la ruta sino que transitó un autódromo especialmente renovado para su visita. Es lógico, es otro TC, con otros pilotos y otros autos. Y es otro país, con otros problemas, pero por suerte sin esa guerra que hace tres décadas estuvo tan cerca aunque muchos no se dieran cuenta.
Por el equipo de VA
Foto: Historia TC.com.ar
epoca en cuando las carreras de autos eran verdaderas carreras tipos de pueblo apasionados por subirse a un auto y demostrar sus condiciones, no como ahora que son pendejos aburridos con plata que gustan subirse a un simulador para pasear en fila india en circuitos