“LA VEO VENIR”
Esta fue una frase muy escuchada en los boxes de Concordia de boca de los pilotos, y no precisamente para referirse a la nueva variante reglamentaria.
Dichas palabras apuntaban a ese crisis económica, que una vez más y van, padece nuestro país, con los aumentos de precios, la alta inflación y la desenfrenada escalada del dólar, situaciones que más tarde o más temprano se sentirán en una actividad íntimamente ligada con lo económico como es el automovilismo.
“Veo venir la crisis y será un gran problema para todos porque quienes ya tenemos arreglado un presupuesto con nuestros patrocinantes no le podemos pedir más porque ellos también sufren el problema económico. Habrá entonces que arreglarse con lo que se tiene” señala Matías Rossi en plena recuperación del golpe en el pie izquierdo sufrido en el accidente en Concordia.
“Tener más de 40 autos no refleja la dimensión de la crisis económica que vive el país. La categoría no ve el problemas y creo que recién se dará cuenta cuando haya 20 autos, pero pienso que esto nunca pasará porque como bien dice el Pato Silva, siempre habrá un piloto que venda un riñón para correr o también estarán los millonarios…” agrega el siempre filoso Matías, que ve una alternativa de solución en reducir el calendario a 12 o 13 fechas. “Con un par de carreras menos, se ahorrarían 1.500.000 pesos y también habría que dejar de lado las pruebas que cuestan unos 150.000 pesos” estima Matías.
La victoria en Concordia no le quitó a Mariano Werner la preocupación por lo que puede venir.”Habrá que ver que pasa y cómo nos afecta. Será difícil decirle a los sponsors que nos aumenten porque ya cerramos los acuerdos por esta temporada. Es para preocuparse porque si esto sigue así quedaran unos pocos millonarios como Urcera…” dice el entrerriano que suma la preocupación de tener el equipo a su cargo.
“Todavía no se nota al crisis pero en algún momento nos llegará” advierte Juan Manuel Silva, quien pone énfasis en los elevados gastos de logística. “Es una locura lo que se gasta en gasoil con los camiones y trailers. Hay equipos que tienen tres. Habrá que mirar lo que hace Victor Rosso en el TC 2000 que carga sus tres autos en un mismo camión…” cuenta el Pato antes de entregar esta particular explicación sobre los altos costos. “A diferencia de antes, ahora el taller es lo más caro porque están las cargas sociales, los sindicatos y los talonarios…”
Hay quienes ya reconocer haber sido alcanzado por esta crisis económica “Tuvimos que parar la construcción del nuevo auto “ le revela Agustín Canapino a Visión y explica que “esta crisis económica es un sacudón tremendo porque el aumento del dólar afecta el costo de los elementos de primer nivel. Por eso con venir a correr ya nos conformamos…” Pese a sus quejas, el campeón admite que “en mi caso tengo la suerte que mi papá atiende gran parte del auto y esto nos hace reducir algunos gastos, pero igual los tenemos altos porque siempre ponemos los mejores elementos”. Como rúbrica da su mirada positiva al puntualizar que “el TC es único en el mundo y por eso sobrevive a todo.”
“Todavía la crisis no llegó al TC pero en algún momento se sentirá porque el automovilismo no es una burbuja dentro de la complicada situación económica del país” reflexiona otro gran referente del TC como lo es Guillermo Ortelli, quien a diferencia de Rossi, cree que “la solución no pasa por tener menos carreras porque si vamos por ese lado tendremos menos exposición para ofrecerle a nuestros patrocinantes.” Coincide Gastón Mazzacane, quien entra en el terreno de posibles problemas que ante futuros recortes presupuestarios podrían encontrar las gobernaciones provinciales para seguir sosteniendo económicamente fechas que actualmente le demandan costos que oscilan entre los 6 y 8 millones de pesos. “Será cuestión de sentarse a charlar y ver soluciones” dice el ex Fórmula 1 e inmediatamente recuerda que “por suerte tenemos más pedidos de fechas que cantidad de carreras en el calendario”.
“No sé cómo hacen para correr los pilotos que tienen que alquilar el auto a un equipo” se pregunta Gabriel Ponce de León sobre una situación que en los casos de equipo de punta les demanda a los corredores una inversión entre los 600.000 y 700.000 pesos por carrera. “Por suerte tengo un equipo propio que atendemos entre mi familia y amigos, esto nos reduce los gastos, aunque igual nos cuesta mucho llegar al presupuesto” cuenta Gabriel, quien calcula en “un 35%” el ahorro que le permite esta situación.
¿Y qué dice Hugo Mazzacane de todo esto, desde su lugar de presidente de la ACTC?
No niega que la crisis económica pueda tener sus coletazos en el TC, piensa que “la absorberán los equipos” y confía en que ”como siempre la categoría seguirá adelante”.
Ojalá
Fotos: AIF y Prensa ACTC.