ASI DA GUSTO.
Sacó ampliamente el aprobado la presentación del Turismo Carretera en el Autódromo Gálvez. Entregó un espectáculo interesante y emocionante desde el principio hasta el final con todos los matices que se le piden a una carrera. Cambios de líderes, maniobras al límite, sobrepasos en la punta, duelos chapa a chapa y hasta toques polémicos y despiste. ¿O no es esto lo que se pide cuando se critican carreras aburridas y línealess?
El Turismo Carretera ofreció todo esto y potenció su buena imagen, justo el día en que el púbico porteño, aunque en número limitado, pudo volver a verlo en vivo y en directo. Una situación que se asemejó a una mutua confirmación de las bases de una relación que lleva décadas. El TC, del particular espectáculo que ofrece con el ruido de sus autos. El público, de su apoyo incondicional.
Para armar toda esta situación, el TC contó con un gran aliado: el circuito número 12. Veloz como casi ningún otro en la Argentina, con promedios de vuelta superiores a los 200 Km/h, en esa característica veloz con exigentes sectores como la S del Ciervo, el Curvón Salotto, la chicana de Ascari y la horquilla hay que encontrar la receta para los buenos espectáculos. Es que las carreras de auto suponen velocidad y a mayor velocidad, mayor atractivo y adrenalina. Es cierto también que existen mayores riesgos, pero estos riesgos, que asustan a algunos, forman parte de la esencia y también del atractivo de las carreras.
Los pilotos, los verdaderos pilotos de autos de carrera, disfrutan en los circuitos veloces, porque les permiten desarrollar a pleno ese espíritu velocista que lo llevó a ser pilotos de competición. Bien lo dijo Juampi Gianini, reconociendo que “disfruté más que si hubiese ganado” al bajar de ese tercer escalón del podio que a pura chapa le ganó nada menos que a Agustín Canapino. Un duelo que le puso el moño emotivo a la carrera con el respeto a los códigos como ambos declararon. No siempre ocurre y menos si se enfrentan los altos orgullos competitivos de dos campeones.
Como pequeña deuda quedó ver unas vueltas más de carrera. Veinte vueltas son pocas y esto no va solamente por el deseo de más emociones que generó esta carrera sino en general por la exigencia que debe tener la final de la categoría más popular del automovilismo argentino. Además cuanto más vueltas se corran, más posibilidades existen de esos imprevistos que cambian destinos de carreras que parecen escritos de antemano. Sera cuestión de ver cómo pueden compatibilizarse ese aumento de vueltas con los condicionamientos de los espacios televisivos. Hay que intentarlo.
Dejó la vara muy alta este carrerón que se mandó el TC en el Gálvez. Incluso para su propia comparación en próximas carreras que lo verán transitar circuitos como San Nicolas y Concepción del Uruguay, menos veloces y atractivos que el 12 del Gálvez y donde es posible que volvamos a encontrarnos con carreras lineales. Valdrá entonces no olvidar lo del fin de semana y buscar su reiteración trabajando y promoviendo visitas no sólo a Bueno Aires, sino a otros trazados con particulares desafíos como Rafaela Toay, Paraná y el por ahora desafectado Nueve de Julio. Es cierto que la pandemia impone limitaciones pero hay que encontrar otras alternativas para generar buenos espectáculos. Lo visto en el Gálvez demostró que aunque parezca obvio decirlo, la velocidad es la mejor aliada para que las carreras de autos sean atractivas.
9 de Julio debe volver si o si,es un pecado desperdiciar semejante circuito.
Con poca plata se puede modificar la ultima curva de Toay,transformandola en una horquilla en V corta,parecida a la del circuito chino de Shangai.Eso mejoraria mas todavia las carreras alli.
A Rafaela le sobra una chicana,para mi la ultima,entonces se transitaria el curvon norte a mayor velocidad y se recrearia un poco el espiritu del ovalo original.
Al Zonda tienen que ir aunque sea a correr de a un auto y por tiempo.
Sin dudas el circuito 12 fue un aliado fundamental como dice la nota.
Yo no creo que si o si se necesiten circuitos hiperveloces para dar un buen espectaculo. Y tampoco me parecen pocas las 20 vueltas al 12. El tema en no neutralizar tantas veces.
El TC bien podria correr en Potrero o en Obera que son mas lentos que el 12 y el espectaculo sera bueno igual.
Ni hablar si se animan al Zonda. Ya es hora. Yo correria una carrera normal con todos los autos.
Y creo que habria que volver a Balcarce y a 9 de Julio haciendo las obras que sean necesarias.
Saludos