EN EL SÚPER, TAMBIÉN CANTAN «VOLVER»

LAS COMIDILLAS EN LOS BOXES NICOLEÑOS, TOMABAN CADA VEZ MÁS FORMA.

En el afán de encontrar la competitivad, paridad de los autos que rendunde en los mejores espectáculos que se resisten a aparecer en la nueva era de los motores turbo franceses y eliminación de cargas aerodinámicas, la dirigencia del Súper TC2000 encabezada por Edgardo Fernández, apuntaba a reinstalar el defenestrado sistema de hándicap por posiciones, utilizado hasta 2018 con resistencias hechas ostensibles en forma periódica. Sí, el que te manda a largar más atrás en las grillas de partida…

Luego de las clasificaciones, se hablaba, los mejores ocho ubicados en el campeonato irían a parar a lugares más en la grilla para la carrera clasificatoria, el Sprint que vaya, también volvería a subir al escenario.

Luego, el ordenamiento de la grilla de la final dominguera, sería de acuerdo al resultado de la acelerada del día anterior. Es decir, «volver» a lo aplicado y dejado sin efecto. Por ende, sin efecto también, quedaría el sistema de lastres puesto en práctica desde la fecha que tuvo lugar en Paraná, por el que al mejor de la súper clasifica, se hizo acreedor de 70 kg para cargar su coche; 60 kg al segundo, 55 kg al tercero y 50 al cuarto. El esquema no ha echado luz al momento de la categoría, al contrario ha desvirtuado las súper clasificaciones al permitir a pilotos y equipos «guardarse» y no clasificar, para evitar las placas de plomo en sus autos.

El más reciente ejemplo lo dio Agustín Canapino en San Nicolás. Si bien admitió que le caía en gracia no acelerar adrede a su auto a la búsqueda de los más genuido que ostenta el automovilismo: andar más rápido que los rivales; Canapa y el equipo Chevrolet jugaron esa carta para potenciar así las chances de ganar en suelo nicoleño. ¿Menos por más?

De la clave reunión mantenida entre los mandamás de los equipos y Fernández, sobre cuya continuidad al frente de las áreas deportiva y técnica se ha dudado entre bambalinas en los últimos días, iba a surgir la decisión que entre nos, era muy probable que fuera adoptada corporizándose así otro volantazo en cuanto a las reglas en juego. Acentuar la idea de «prueba y error», sugieren los escépticos que afloran, no resultaría la más apropiada.

Reglas, reglamento, que ante el nuevo retoque encrespó feo a Matías Rossi; tanto que ni la segunda pole al hilo conseguida (en Salta también clavó el mejor tiempo), evitó que soltará el enojo contenido por la modificación a lo fijado en el marco de un Súper TC2000 que no consigue hacer pie firme con su nuevo formato. Situación que ha esparcido la preocupación entre los equipos y pilotos, más aún si es tenida en cuenta la infaltable ansiedad reinante y creciente, más aún en los tiempos que se atraviesan.

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Leonel Pernía, puntero del campeonato y acaso, determinado por Renault, como el indicado a pelear y en tal caso, ganar el campeonato, escolta del Misil en la clasificación, coincidió con Matías (cargó los 70 kg) en el disconformismo por el paso reglamentario de retornar a las penalizaciones. El bicampeón Facundo Ardusso, tercero arriba de un Fluence, que no ha sentido como pretende en lo que va del año; por eso quizá vislumbra ¿sabe?, que la triple corona le queda cada vez más lejana. Acordate la orden recibida del director Angel Guerra en Salta, para que dejara el segundo lugar a Pernia a modo de derrotar a Rossi puntero, cometido frustrado que sin embargo, no derivó en que el Tanito devolviera el puesto a Facu.

¿El resto?, en otra conversación; las pruebas efectuadas en el mismo circuito nicoleño no habían mostrado efectos prácticos. La carrera anhelaron los que miraban el vaso medio lleno, podía revertir la clara tendencia.

Fotos: Super TC2000.

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