EN VELOCITTA, EN LAS INMEDIACIONES DE SAN PABLO.
Un circuito, se sabe, de los más avanzados de Brasil, por allí el paso del Stock Car, tuvo el sello de Matías Rossi. El argentino que no deja de volcar todo en tal compleja categoría, en especial para quien no es un piloto brasileño, lleva un par de temporadas que le han resultado cuesta arriba.
En ese Stock Car que ya ha definido reglamentariamente al próximo auto desde 2024, el Misil no dejó pasar la chance aumentada luego de llegar décimo en la carrera inicial. Como está estipulado para la restante final, los primeros 10 lugares de la grilla se invierten, y como Rossi había cerrado el top 10, le correspondió largar en la primera fila.
Clave resultó para que en el rendidor Toyota Corolla, se adjudicara la segunda final en Velocittá, por la sexta fecha del calendario anual. El oriundo de Del Viso, de 39 años, recorrió las 16 vueltas al trazado paulista ubicado en la localidad de Mogi Guacú, y se alzó con su segundo triunfo en 2023, luego que en julio pasado en el Autódromo de Interlagos, ubicado en el Gran San Pablo, un circuito con tan rica historia, se impusiera por primera vez.
Largó muy bien, prolijo y comenzó a construir el valioso triunfo, aprovechando además las neutralizaciones por incidentes sucedidos en el circuito para cuando apareció la bandera verde le tocó defender la punta ante el asedio del brasileño Daniel Serra en su Chevrolet Cruze. Sin embargo, quien lo escoltó al momento de la cuadriculada, fue el también brasileño Gabriel Casagrande en otro Cruze a sólo 1s600/1000; tercero Serra a 2s637; cuarto arribó Rafael Suzuki (Cruze) a 3s254 y quinto Gianluca Petecof (Corolla) a 5s442.
En la carrera 1, Matías tuvo un toque al comienzo, quedó retrasado hasta recuperarse y terminar décimo a 23s110 del ganador, el brasileño ex-F1 Ricardo Zonta con otro Toyota Corolla.
El Stock Car y Matías siguen el 27 de agosto en el Autódromo de Goiania. ¿Seguirá el Misil el año próximo, o pegará la vuelta para correr en TC2000?