BAILANDO BAJO LA LLUVIA EN EL MOURAS.
¡Que frío!, motores calientes, manos, pies y mentes para acelerar. TC Pick Up en danza en una pista seca, luego la lluvia, el piso húmedo, mojado. Piruetas varias, patinadas con destino al pasto, roces y, el momento en que debieron parar en boxes para colocar gomas con dibujo. Laburo, pistolas neumáticas o eléctricas en mano, y a aflojar las tuercas, cambiar y volver a apretar. Noo, no seas inoportuno si pensás en la velocidad y tarea perfecta que ves en Fórmula 1 a la hora de remplazar el caucho.
De nuevo todos, casi una treintena de unidades, sobre la tan demandada y utilizada pista del Roberto Mouras, ni hablar desde el azote de la pandemia. Y ahí al frente Mariano Werner en la Toyota Hilux con los colores oficiales y atención de los Jakos con Andy arriba de la otra camioneta. Hasta que solo, Mariano resbala y se integra al paisaje para volver por la retaguardia. Entonces, Gastón Mazzacane quien iba leyendo la carrera con mente fría, sube a la punta. Su VW Amarok lo iba a llevar a la victoria escoltado por Carlos Okulovich (Nissan Frontier ) y Gastón Rossi (Fiat Toro). Antes, la chapa muy abollada de la Ford Ranger del bicampeón Juampi Gianini, a falta de sólo una ronda. Carreras son carreras Juampi, nunca está demás ensayarlo.
El cierre: un Gastón Mazzacane feliz, rodeado por su mujer y sus hijos, la razón de su vida (sin paralelismo político alguno). Inteligente, sin la ansiedad que en más de una ocasión lo traicionó, el podio lo vio muy contento en el escalón reservado a los ganadores. A falta de la tan demorada victoria en Turismo Carretera, el Rayo sabe el significado de ganar en el planeta de la ACTC que habita.
Fotos: ACTC
Hay un viejo dicho que se lo atribuyen a María Antonieta : A falta de pan buenas son las tortas.