UNA MÁS Y VAN…
… ya muchas, las veces que en estas dos décadas que están por cumplirse, sin la visita de la Fórmula 1 a nuestro país, se habla de la posibilidad del regreso del Gran Premio de la Argentina. Tanta reiteración, hasta ahora sin resultados positivos, sólo lograron erosionar la credibilidad de la información y quitarle fuerza al impacto mediático que provocó las primeras veces.Asi como en su momento se anunció que el ansiado regreso del Gran Premio sería para el 2018 y luego pasó al 2019, ahora se postergó para el 2020. Siempre en potencial.
Como siempre, en esta nueva versión del retorno se habla del interés de la gente que maneja la Fórmula 1, como ahora lo es Liberty Media, por volver a la Argentina y hasta de reuniones con representantes nacionales. Nada nuevo, porque desde la extensa era de Bernie Ecclestone, Argentina está en la mira de la Fórmula 1 para volver en algún momento en base a su rica historia en la categoría y la pasión de su público. Elementos que no poseen otros países que tienen fecha en el calendario pero que en cambio exhiben los millones de dólares y los escenarios adecuados que exige esta materialista y moderna era de la categoría.
También, como es inevitable, la noticia tiene su punto clave en el económico. Esto comienza a aplacar las ilusiones porque un costo inicial para tener el Gran Premio por cinco años, más los trabajos para poner en condiciones el autódromo, se estima entre 200 y 250 millones de dólares. Mucha, muchísima plata para un país como Argentina, con una situación económica complicada y con otras prioridades por atender.
¿Quién pondría toda esa plata? es la pregunta que salta solita, y que con esta nueva versión tiene una tibia respuesta en el interés de tres grupos económicos, uno de ellos, Fenix Entertainmet, el mismo que tuvo a su cargo el paso de la Fórmula E por Puerto Madero, donde no faltaron algunas complicaciones económicas.
También se habla de un aporte del gobierno nacional. Algo que está por verse, si se hace realidad frente al comienzo de las campañas para las elecciones presidenciales del año que viene. Anunciar oficialmente una inversión de dinero público para una carrera de autos no ayudaría mucho.
“Todos queremos que vuelva la Fórmula 1 pero es un proceso gradual. Vamos a empezar por llevar el Autódromo Gálvez al Grado 2 (el necesario para la Fórmula 1 es Grado 1), y dejarlo listo para cuando se den las condiciones dar el salto para concretar ese regreso”, fue el prudente comentario de Diego Santilli, vicejefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires durante su paso por el Gálvez en la apertura del Súper TC 2000. El mismo Santilli que en octubre pasado en la previa de la anterior carrera del Súper anticipó que los trabajos de remodelación del Gálvez, punto inicial e indispensable para pensar a largo plazo en el regreso de la F-1, comenzarían este año con los fondos generados por el polo automotor, previsto para instañarse en parte de los terrenos del Parque Alte. Brown sobre la Av. Roca, destinados habitualmente a estacionamientos de vehículos durante los días de carreras. Pasaron seis meses y nada cambió en el Gálvez. Habrá que ver si con el comienzo concretado del fideicomiso, se acelera los trámites aunque esto no asegura nada.
Así están las cosas ante una nueva versión del regreso de la Formula 1 en Argentina. Una versión que sugestivamente coincide en el tiempo con las grandes dudas sobre la continuidad del Dakar. Si hasta se llegó a escuchar que se dejaría de lado el Dakar para abrir el camino rumbo a la Formula 1.
No es la cuestión plantear las alternativas de ¿Fórmula 1 ó Dakar?, porque son absolutamente incomparables en todos los puntos en que se los enfrente. Desde los deportivos (diferentes tipo de carreras y autos), hasta los económicos con el abismo que hay entre los 7 millones de dólares que cuesta anualmente el Dakar contra los mencionados 200/250 millones de verdes que se necesita para que vuelva la Máxima por cinco temporadas. Tal vez el tema pase por lo político. El Dakar tiene origen en el gobierno anterior, lleva por lo tanto la impronta K. Un regreso de la Fórmula 1 sería un logro del actual y tendría el sello de Cambiemos.
No está mal el intento de recuperar el Gran Premio. Si, parece inapropiada la obstinación para su logro a cualquier costo institucional y económico en función de un fin político. Países con gran tradición y hasta con campeones en la Fórmula 1, como Alemania y Francia, han pasado años sin su Gran Premio, y sin que lo hayan tomado como un drama. Ir de a poco, aunque no se corresponda con estos tiempos de excesivo vértigo y exigencias mediáticas, es la receta más adecuada para el éxito final. ¿Lo entenderán quienes aprovechando las lógicas ansiedades de los fanáticos y de casi una generación que no vio la Fórmula 1 en Argentina, buscan un rédito más allá del deportivo?
Por Miguel Sebastián
Fotos: soymotor.com
Amigos de Vision:
Monopostos que con el horripilante halo ya no son monopostos,el fiscalizador(FIA) imponiendolo contra viento y marea por temor a enfrentar millonarios pleitos si no proteje la cabecita de los temerosos choferes,motores que ya no rugen.etc.Ademas habria que DESTRUIR las curvas emblematicas del Autodromo(S del Ciervo,Salotto,Ascari,Horquilla)segun el plano de reformas que pudo conocerse de la empresa que hizo fracasar la pista de Valencia…
Con el 10 por ciento de la que se llevarian los vivos de Liberty compramos 20 monopostos ,les montamos 20 motores hechos en Argentina y podemos probar disfrutar una categoria de formulas bien nuestra,no?
Saludos desde el sur.