OTRA VEZ SOPA
«Otra vez sopa», dirían los muchachos de la tribuna; ahora a prepararse para los reproches y el pase de facturas, tan característico entre los argentinos cuando las cosas se tiñen de fracaso luego que se pensó en el éxito seguro.
José María López, el pibe que estuvo en boca de todos el año pasado cuando les hizo «pelo y barba» a los peso pesado del automovilismo nacional, apropiándose de elogios y de los títulos de TC 2000 y Top Race, luego que el de TC se le escurriera por una supuesta mancha de aceite en la última carrera en Buenos Aires, se ha quedado sin nada.
El sueño de la Fórmula 1, concretado a juzgar por el pomposo anuncio del 25 de enero en la Casa Rosada, se ha hecho trizas luego de una historia que pasó a convertirse en pesadilla a medida que transcurrieron los días. Comenzaron los ensayos previos al inicio del campeonato, el Gran Premio de Bahrein del 14 de este mes se agrandó en los espejos y del US F1 de López ni noticias concretas. El auto no pasó de un efecto virtual; la endeblez del proyecto quedó al desnudo; las negociaciones desesperadas encabezadas por Felipe McGough, Víctor Rosso y hasta López padre, no consiguieron el objetivo de salvar la butaca de Pecho. Ni siquiera como tester y piloto de reserva en el Hispania Racing Team F1, nueva denominación del ex Campos Meta.
¿Que falló para que se pasara del gran objetivo alcanzado, a una enorme frustración?. Muchos argentinos, ya fueran aficionados al automovilismo o no, se vieron atraídos, se entusiasmaron con la posibilidad de levantarse los domingos y encender la tele para volver a ver a un argentino en la F-1. Pechito en la misma pista con Michael Schumacher, el campeón Jenson Button, Fernando Alonso en la Ferrari. Nada de eso ocurrirá, y es mas, no sería extraño y brutal a la vez, que López estuviera acelerando otra vez un auto de Turismo Carretera, TC 2000 o Top Race, al mismo momento que en algún circuito del mundo, hubiera un gran premio…
que se lecumplia y bien merecido: llegaba a la F-1 como piloto del US F1.
Peter Windsor (primero de la izq.)hacia caso omiso a las serias dudas de Ecclestone en torno
al futuro del equipo.El gobierno lo respaldaba. Todo quedo en la nada…
Duras, tanto o mas, serán estas horas para Pechito, si se las compara con las de fines de 2006 cuando desafectado del programa de pilotos de Renault, debió pegar la vuelta con el sueño de F-1 caído. Sin embargo, vaya milagro, el automovilismo argentino merced a los sucesos logrados, le tendió la mano, se recuperó, recobró fuerzas y brotó su innato talento para brillar en cualquier auto. Esa fue la piedra fundamental para imaginar, porque no, hacer el intento de llevarlo a la F-1. Y ahí comenzó la historia del segundo y mucho mas sonado revés. ¿Por que razón?, simple, Pechito volvió como casi un desconocido, y se había subido al proyecto el US F1 considerado casi en forma unánime como el mejor piloto de la Argentina.
Se dio una aparente comunión de ideas, costó mucho reunir los 8 millones de dólares requerido por el US F1, y se consiguió. Los representantes del cordobés, creyeron en Peter Windsor y Ken Anderson, socios-dueños del US F1; para eso habrán relativizados los pronósticos adversos de un tal Bernie Ecclestone, sembrando serias dudas sobre la participación del US F1. Las negociaciones con los contratos firmados, dieron para brindar con champagne, para que la presidenta recibiera a Pecho en su despacho, y luego la comunicación en el Salón Sur de la Casa Rosada, como si se tratara del anuncio de alguna medida del gobierno nacional.
Hasta ahí, sopló el viento de cola; ¿nadie se percató que el US F1 ya tambaleaba?, fijate si no lo que dijo Anderson en las últimas horas, cuando la mano se complicó porque se quedaron sin apoyo económico, a mediados de enero, la actividad en el equipo incluída la construcción de los coches, quedó congelada. Corría mediados de enero y 10 días después, Pechito se convertía en driver oficial del US F1. El final de la historia había comenzado a escribirse.
Sí, «otra vez sopa»…
04-03-2010
Es una lástima que todas las tratativas no hayan sido llevadas adelante por los miles de expertos en negocios que opinan sobre este tema. No hay caso: no podemos zafar del juego de los extremismos que nos condena como país. Yo sigo apoyando a todos los involucrados en el proyecto que creo que dieron todo e hicieron infinitamente más que los que nos sentamos a esperar los resultados para aplaudir o destruir a los que participaron en esto.
What a neat arielct. I had no inkling.