UNA PIZCA DE HUMOR, ANTE UN PANORAMA COMPLEJO QUE NO SE DESPEJA EN EL EQUIPO ALPINE DE FÓRMULA 1.
Suelen decir algunos que peinan canas a sus hijos, nietos; como tantos chicos ansiosos y llenos de ganas por hacer lo que sienten y conseguir resultados pronto: «Si te gusta el durazno, bancate la pelusa!».
Franco Colapinto inflamó a los argentinos en septiembre del año pasado cuando debutó en Fórmula 1 en Monza, y su estela de joven, impetuoso y promisorio piloto, además muy carismático y desenfadado también llegó al helado ambiente de la categoría reina, algo descontracturado desde que Liberty Media dejó atrás la histórica época del boss Bernie Ecclestone, el gran inventor de lo que se convertiría en la Fórmula 1 moderna.
Pasaron las nueve carreras pactadas con Williams, y pese a errores conductivos, el futuro inmediato le sonrió al pibe oriundo de Pilar. Ingresado en 2025, se desató una vez concretado su ingreso como piloto reserva a Alpine, la «carrera» para subirse cuanto antes al auto celeste y rosado. Apareció la novela con Jack Doohan, plaga de versiones, hasta que por fin el turno le llegó tres carreras atrás, en el GP de la Emilia Romagna en el circuito italiano de Imola, piña incluída previa, el saldo pudo considerarse positivo arriba de un auto que acentuaba sus debilidades técnicas y de funcionamiento. La cautela se apoderó de Franco en Mónaco, la siguiente. Último durante el fin de semana, consiguió que la cuadriculada lo recibiera y de esa forma salvó el episodio y también a Alpine cada vez más atrás.
Arribada su tercera experiencia en el GP de España en Montmeló, su Alpine, no así el de su compañero Pierre Gasly más ajustado y con innovaciones técnicas (lógico, ¿a cual de los dos coches se las iban a volcar los conducidos por Flavio Briatore?). Siguió moviéndose Franco en la retaguardia, impotente más aún cuando su ímpetu le cantaba que con más auto, podía subir. Sin embargo, el Alpine falló en la clasificación por la transmisión, como el día anterior debido a una falla hidráulica.
El argentino en el Alpine. Se mostró decepcionado, luego de otra carrera complicada.
El GP español, mientras los McLaren para variar se floreaban adelante, y Oscar Piastri abrochaba su quinta victoria anual, cada vez más candidato a destronar al furioso Max Verstappen (el detalle en nota aparte), Colapinto seguía remandola desde, casi, el fondo.
Podrá decirse que está corriendo en F-1, que recién lleva tres carreras con el Alpine, de ahí aquella humorada del principio, «si te gusta el durazno bancate la pelusa». Sin embargo, no le resulta suficiente a Franco bancarse la pelusa. Entiende que debería, porque confianza en sí mismo no le falta, andar más prendido, al menos en el pelotón del medio y con chances de meterse en las Q3 definitorias entre los 10 más veloces, para obtener la pole position. Anhelo y búsqueda que en España, se reiteró ante el andar de su Alpine (último equipo en el campeonato de constructores, superado incluso por Sauber), que conseguir lo buscado se encuentra aún demasiado distante.
Bella si las hay. Gabriela Sabattini como embajadora de la marca Renault, estuvo en Montmeló para alentar a Franco. (Foto prensa Renault Argentina)
«Fue una tarde decepcionante y una carrera dura; tuvimos mejor mejor ritmo que los días previos del fin de semana, algo que fue positivo; pero en un circuito en el que es difícil adelantar, me ha resultado una carrera complicada de gestionar y para conseguir progresar», declaró tras culminar quizá en el 15º lugar, acaso poco imaginado hasta un par de vueltas ante de la finalización donde el ingreso del auto de seguridad le puso algo de interés a un recorrido lineal, monopolizado por los McLaren.
«Los neumáticos sufrieron mucho andando en aire sucio, lo que hizo que las cosas fuesen aún más difíciles. Eso demostró de nuevo, lo importante que es la posición en la grilla de largada. Y en aspecto hay mucho que mejorar por mi parte, y sobretodo optimizar el potencial del coche con poco combustible«, admitió el argentino.
«Ya tengo ganas de continuar con el trabajo duro con el equipo, en los días venideros, queda mucho por aprender antes de ir a Montreal dentro de un par de semanas«. Pese al presente que lo atrapa en Alpine, Colapinto está empeñado a demostrar que, cuando el auto se reconponga y de un salto competitivo y el acumule más kilómetros y experiencia, se habrá olvidado de la pelusa de los duraznos…
Luces rojas prendidas a full, dado que está teniendo una performance parecida (o peor) a la de Doohan, si en las próximas carreras no levanta un poco el rendimiento veo complicado que termine el año, Briatore como lo subió lo baja sin ningún tipo de contemplación.
Más allá de que el auto sea de medio pelotón para atrás, la diferencia con Gasly en mucho más alta de lo admisible, o al menos de lo que le toleraon a Doohan.
Saludos.
Esto, es perfomance. Por ahora, no ocasiona gastos adicionales por roturas. Veremos que produce en los 2 GP restantes, del acuerdo de 5 promocionado. Resulta dificil hermanarse con un torneo iniciado, con cambios sustanciales dentro del equipo y a la espera de resultados satisfactorios que experimenta, primero, el piloto #1. No es excepcional el desempeño, pero no defecciona tampoco. el tema, es que aun no pudo dar s up grade distintivo.