DOBLE OPORTUNIDAD
Es la que aprovechó Mariano Werner con su victoria en Concordia, por la 6ª fecha del TC.
Por un lado no dejó pasar la oportunidad del actual estado reglamentario que favorece a los Ford. Pudo ser la última si como todo indica, en la próxima de Rio Hondo (10 de junio), tanto los Ford como los Dodge, tendrán quitas en las concesiones reglamentarias recibidas este año.
“No pensé en aprovechar eso sino en tener un buen auto. No tendría problemas si es que la ACTC decide quitarle algo a Ford en la medida que esas decisiones sean justas y no rompan la competitividad de la categoría” aseguro Werner.
También Mariano usufructuó esa manito que le dio la buena fortuna con el accidente que tuvo Matías Rossi en la serie inicial y que diluyó sus grandes chances de convertirse en el primer ganador con un Ford en esta temporada.
“Es cierto que Matías era el gran rival y también el principal candidato por la superioridad que había mostrado en las pruebas de clasificación, pero le iba a dar lucha. Lamento lo que le pasó pero así son las carreras” reconoció Werner tras su 11º tiunfo en 155 carreras de TC.
Personalmente Werner se dio un especial gusto, como lo fue volver a ganar ante sus comprovincianos, que respondieron como siempre a la convocatoria del TC con una concurrencia estimada en 25.000 personas.
“Quería ganar ante mi gente porque es algo muy especial” repitió Mariano tras un trámite de carrera que lo tuvo como absoluto dominador en una situación que no favoreció el interés de la competencia. Supo hacer lo necesario en los momentos adecuados. Atacó en la curva inicial para desplazar a Johnnto De Benedictis, se defendió con la misma aspereza del contrataque de su ex compañero en el equipo de Cuervo en el relanzamiento y durante toda la carrera mostró la chapa de su nivel superior. Suficiente para merecer la victoria que después de ocho meses celebró la hinchada de Ford. Esto no invalidó el buen trabajo de De Benedictis, que con su 2º puesto le entregó a su amigo y dueño del Ford, Mauro Giallombardo la alegría que esperaba y necesitaba para impulsar anímicamente su recuperación.
“Es imposible ganarle a los Ford, pero mi Chevrolet es tan bueno que pese a los desequilibrios reglamentarios puedo pelear por un lugar en el podio” advirtió y pronosticó Agustin Canapino con su particular sutileza, antes de largar la final. Terminó 3º luego de una interesante lucha con el Torino de Facundo Ardusso. Se ve que el campeón la tiene clara.
Fotos: AIF y Prensa Castellano.