GANAR MUCHO NO LE ALCANZÓ AL ITALIANO PARA SER CAMPEÓN
Hay que buscar y buscar, y tal vez no lo encontramos en ningún lado el antecedente de un piloto que en una temporada de 20 carreras, haya ganado 11, más de la mitad en este caso, y esto increiblemente no fue suficiente para quitarle la corona de campeón a un rival que apenas venció en 3 carreras finales
Bueno ya tenemos ese caso con lo sucedido en el Mundial de Moto GP. El italiano Francesco Pecco Bagnaia fue el «desafortunado» que pese a festejar 11 triunfos, el último en la carrera final en Jerez de la Frontera, debió dejar el número 1 que lució en su Ducati en los dos recientes años. Por el contrario, el español Jorge Martín, resultó el «afortunado» que sobre otra Ducati pero del equipo privado Prima Pramac Racing, alcanzó el siempre tan deseado primer título mundial.
Con las cartas echadas con la necesidad de Pecco de ganar o salir segundo y que Jorge no llegase entre los nueve primeros, el desarrollo del Gran Premio, disputado finalmente en el circuito español de Jerez de la Frontera, tuvo el trámite esperado. Bagnaia, lanzado al ataque ante un especulativo Martín. Esto dio lugar a un trámite lineal donde encima Aleix Espargaró (Aprilia) en su despedida de las carreras (será probador de Honda) actuó como fiel guardaespaldas de la tercera posición de su amigo Martin. Al mismo tiempo en la punta, Marc Márquez no le daba lucha a Bagnaia. Seguramente no le faltaron ganas pero no podia comprometer la victoria y las escasas chances al título de quien en 2025 será su compañero en el equipo oficial Ducati.
Jorge Martín ganó los Grandes Premios de Portugal, Francia e Indonesia y las carreras Sprint en Qatar, España, Francia, Alemania, San Marino, Australia y Malasia. Llegó a su primer título tras sumar 508 puntos y convertirse en el primer piloto de MotoGP que supera los 500 puntos.
Así sin mayores problemas Martin se convirtió a los 26 años (28/1/1998) en el primer madrileño campeón de MotoGP y el año que viene lucirá el numero 1 sobre una Aprilia. Humanamente las causas de esta consagración hay que uscarla, además del talento conductivo de Martin, en su madurez personal y conductiva en la que, como reconoció, mucho tuvo que ver el trabajo de Xero Gasol, el sicólogo con experiencia con deportistas de alto nivel en el fútbol y hockey sobre césped. “Me ayudó a entender que no siempre se puede ganar” contó Martín, quien en 2018 había festejado otro título mundialista pero en Moto3. Para la definición usó un guante especial que protegió los dedos fracturados en una mano. Una actitud que confirmó lo acertado del apodo de «Terminator» que desde chico le puso su padre al ver la fortaleza con la que afrontaba los golpes y caídas que tenía con las motos.
Deportivamente cuesta más explicar cómo Martín con 3 victorias le ganó el campeonato a Bagnaia que sumó11, o sea más de tres veces que el español. Es cierto que Martin triunfó en 7 Sprints, pero el italiano también lo hizo en la misma cantidad de esas carreras rápidas de los sábados. El punto clave que marcó la diferencia hay que hallarlo en los inoportunos abandonos, la mayoría por caídas, de Bagnaia, quien tuvo 8 deserciones (5 en los sprint) contra las 3 (2 en finales) de Martin.
Sin animo de relativizar la conquista de Martín, esta situacion de un piloto que gana mas carreras, y en este caso muchas mas, que el campeón pero se queda sin el trofeo mayor, renueva la discusión sobre si es justa la coronación de quien gana mucho menos que su rival,«Los campeonatos se definen por la cantidad de puntos y los ganan quienes suman más» dicen quienes se aferran a los inapelables números. No es cuestión, al menos en este caso, de objetar la justicia de la coronaciópn de Martín, sino la de conocer, más allá de la lógica alegria, sus verdaderas sensaciones de coronarse ante un rival que ganó muchas más carreras. Una situación que nace a partir de sistemas de puntajes, y esto también va para el automovilismoa argentino, que no valorizan realmente las victorias. Lo que este año pasó en el MotoGP es un ejemplo.