«La ilusión fue muy grande, por eso la desazón también es grande», admitió.
Ante todo, el logro de motorsport.com al conseguir y realizar al momento, la más abarcativa nota a Ricardo Juncos. El argentino, a diferencia de la postura adoptada en las escasas entrevistas concedidas durante su estancia en Buenos  Aires, se explayó con amplitud desde Madison, Illinois. Allí la Serie IndyCar retomó el calendario en el World Wide Technology Raceway. Juncos hizo caso omiso a aspectos «confidenciales», en los que se escudó para evitar más precisiones en Buenos Aires, al hablar esta vez mostró su postura entre otros puntos, en cuanto a razones que llevaron a la decisión de desprenderse de Agustín Canapino. También aludió a entretelones y especulaciones que hubo, y aún persisten para todos los gustos, por ahora todavía en la nebulosa. Barrera que como en tantos hechos ocurridos en el país, no sólo meramente deportivos, el transcurso del tiempo hará que se diluya.

El «huracán» soportado por el Juncos Hollinger Racing, con punto de origen -al menos el visible, público- en el archi analizado topetazo de Théo Pourchare a Canapino en Detroit, di pie a consecuencias que entraron en juego más tarde también en la salida del arrecifeño. 

Juncos consideró que los pasajes difíciles atravesados en torno al «caso Canapino», no se diferenciaron de otros anteriores, «siempre tuvimos momentos en la historia que fueron muy bravos. Esto (la salida de Canapino) quizás mediáticamente sí, sobre todo para la Argentina fue bravo por lo que significa Agustín como ídolo, como piloto y como profesional. Creo que de la misma manera que hicimos algo histórico y algo gigantesco, entonces genera mucha molestia o desazón, que es normal y es entendible».

Sobre si podía reprocharse algo en torno a Canapino, incluyendo la salida del arrecifeño del JHR en pleno desarrollo del campeonato de IndyCar, sostuvo Ricardo Juncos, «No, yo creo que no. Mi forma de ser, extremadamente exigente, arranca por mí mismo antes que nada. Y claro, uno pretende lo mismo de todos, más allá que todos somos seres humanos, todos somos diferentes, con virtudes y defectos, es normal. Yo trato de ir aprendiendo y como dueño de equipo también es un gran aprendizaje el que estoy pasando, estoy procesando y voy a seguir evolucionando también como dueño de equipo. Creo que es parte también de esto».

«Entonces, no es que tengo algo que reprocharme. Creo que la ilusión fue muy grande, por eso la desazón también es grande, en igualdad de proporción. Si hubiéramos hecho algo muy simple, la desazón hubiera sido mucho menor. Entonces también está el hecho de que sea una gran desazón ahora, no haber podido terminar como queríamos o conseguido los resultados que no se nos dieron, producto de que la ilusión y donde estábamos compitiendo en el primer nivel mundial y la ilusión era muy grande. Es consecuencia de eso también. En ese sentido, me quedo muy tranquilo, no me arrepiento de nada. Si, obviamente en líneas generales uno permanentemente busca cómo mejorar y fue un año de mucho aprendizaje, sobre todo el tema de las redes, la parte de los medios, todo eso que también es nuevo. Y es muy diferente también cómo se vive en la Argentina, cómo funcionan los medios allá con respecto a EE.UU. Hace 22 años me fui de la Argentina, cuando no tenía nada, y no tenía ni idea. En ese sentido, son muchas cosas. Por eso te digo, creo que es todo un aprendizaje que a medida que va pasando el tiempo y van pasando situaciones, uno va a ir mejorando seguramente».

Al continuar hablando sobre Canapino, repitió, «lo que hicimos con Agustín fue una locura, una jugada tremenda, Agustín tenía todos los récords que lo avalaban históricamente como uno de los mejores de Argentina. Entonces creo que fuimos por el lado lógico. Lo volvería a intentar con Agustín si pudiera, o con cualquier otro que también tuviera la oportunidad. Así que por mi lado sería todo, todo bienvenido, y las puertas abiertas estarán para lo que sea».

En cuanto a una tercera participación de Canapa, el año próximo en las 500 Millas de Indianápolis, admitió, «como te imaginás, si nosotros pudiéramos estar en la situación de armar un tercer auto, y Agustín estuviera disponible y con ganas de correr, por mi lado digo: vamos para adelante; uno nunca sabe pero bueno, falta mucho. Creo que hay que ir paso a paso, concentrarse en lo que viene a corto plazo, y a partir de ahí ver qué depara el destino».

Al continuar la entrevista para el citado medio, contestó sobre el proyecto de organizar en la Argentina, una carrera de IndyCar, ¿aún sin Canapino en el equipo? «creo que son dos cosas separadas –alertó-, la carrera en la Argentina la estoy trabajando desde 2014, que fue cuando firmé el primer contrato con IndyCar como representante de la categoría (en el país). En su momento tratamos de llevarla a la provincia de San Juan, después la más sólida posibilidad fue obviamente Termas de Río Hondo con el gobernador Gerardo Zamora, que fue el pionero en todo esto, realmente hizo todo lo que tenía que hacer: vino a EE.UU. nos juntamos, fuimos, vinimos, hicimos la exhibición y teníamos todo listo para hacer la carrera en Santiago. Pero bueno, la situación de Argentina por ahora lo está impidiendo, pero vamos a seguir avanzando para que la carrera se haga como cualquier evento internacional en la Argentina. Claramente, con un piloto argentino arriba del auto para correr es una cosa, y sin un argentino, es otra. Y obviamente con Agustín, si es el piloto, también sería una cosa u otra»

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Repasó después la carrera en Road America, donde resolvieron que Canapino no corriese, acentuándose el clima enrarecido, interrogantes, y sumándose otras posibles derivaciones que pudieron confluir en el desenlace conocido, reconoció «creo que todo tiene que ver con todo. O sea, creo que en definitiva podés seguir sumando acontecimientos o situaciones, en definitiva puedo darte un ejemplo; estábamos por cerrar con un sponsor, y después de lo que pasó con las redes (aquellas críticas muy fuertes de seguidores argentinos del Titán contra el francés Pourchare), no lo cerramos porque el escándalo fue tan grande. En Argentina se armó un revuelo entre periodistas de allá, periodistas de acá. Era fuego cruzado. O sea, eso obviamente no ayudó».

«Terminamos apareciendo en el New York Post -recordó- y hablando de unos comentarios de ciertos periodistas de la Argentina que se mandaban fuego cruzado con los de acá. Bueno, eso obviamente que no ayudó tampoco. Ahora, no te puedo decir que haya sido (por eso) puntualmente, pero todo claramente no ayudó. Acá (en EE.UU) no es común que pasen esas cosas, acá es todo un poco más frío. Hay pilotos que suben y bajan de otros equipos, y los equipos ni siquiera ponen un comunicado. Hay por naturaleza una pasión en los argentinos, una vehemencia, un fervor. Obviamente estamos hablando de Agustín, que es el mejor, uno de los mejores de la historia de la Argentina. Entonces te imaginas que cualquier cosita que pasara se magnificaba, para bien o para mal. Entendiendo todo eso y, simplemente como análisis, pienso que claramente cuando pones sobre la mesa un montón de puntos eso no sumó para nada».

Contratarían Juncos y Hollinger a otro piloto argentino para el JHR, como podría ser Nicolás Varrone?, de brillante trayectoria en particular en 2023 (ganador junto a dos compañeros con un Corvette de las 24 Horas de LeMans Clase LMGT3, y campeón del mundo en la misma división del WEC), continuando con destacadas actuaciones en categorías donde ha venido compitiendo en lo que va de  2024. Juncos señaló lo siguiente: «Obviamente sé quién es, lo conozco por las noticias, sé lo que corre, pero nunca tuve ningún contacto con él, nunca nos han contactado, yo no tengo ni su teléfono, no sé quién es el manager que lo maneja, no tengo ni idea. Por lo menos con nosotros no hablaron. Escuché los rumores, me parece que es un chico que está andando muy bien. Te imaginás que como argentino, encantado de tener a un argentino en el equipo».

Se ocupó durante el reportaje, sobre el proyecto de organizar en la Argentina una carrera de IndyCar, ¿aún sin Canapino en el equipo?, «creo que son dos cosas separadas –alertó Juncos-, la carrera en la Argentina la estoy trabajando desde 2014, que fue cuando firmé el primer contrato con IndyCar como representante de la categoría (en el país). En su momento tratamos de llevarla a la provincia de San Juan, después la más sólida posibilidad fue obviamente Termas de Río Hondo con el gobernador Gerardo Zamora, que fue el pionero en todo esto, realmente hizo todo lo que tenía que hacer: vino a EE.UU. nos juntamos, fuimos, vinimos, hicimos la exhibición y teníamos todo listo para hacer la carrera en Santiago. Pero bueno, la situación de Argentina por ahora lo está impidiendo, pero vamos a seguir avanzando para que la carrera se haga como cualquier evento internacional en la Argentina. Claramente, con un piloto argentino arriba del auto para correr es una cosa, y sin un argentino, es otra. Y obviamente con Agustín, si es el piloto, también sería una cosa u otra».

Desmintió además, la existencia de un clima interno de tensión en el JHR, «nosotros estamos muy tranquilos con Brad Hollinger. Creo que hoy nos encontramos en un nivel deportivo y técnico, más allá de los resultados que no se nos dieron como pretendíamos o como merecíamos, que nos permitió mostrar una evolución tremenda este año. Y hoy somos considerados, yo me doy cuenta».

Y habló Juncos…

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