EL SOBREVIVIENTE

Por Pablo Vignone

El día en que su compatriota Roland Ratzenberger perdió la vida, el 30 de abril de 1994, en Imola (Italia), Karl Wendlinger ubicó 10º a su Sauber C14 en la clasificación del Grand Prix de San Marino, en Imola (Italia)

Al día siguiente, después de que Ayrton Senna perdiera la vida en Tamburello, Wendlinger llevó a su Sauber al cuarto puesto final en el Grand Prix. Se quedó abajo del podio por solo tres segundos. ¿Una estrella en ascenso?

Trece días después, a Wendlinger y su Sauber les ocurría lo siguiente:

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Steve Matchett, comentarista de Fórmula 1 de la cadena Speed, era por entonces mecánico de Benetton. Sus inclinaciones periodísticas se hacían notar y describió de esta manera el accidente de Wendlinger en el libro “Life in the Fast Lane”, un detallado repaso de la intimidad del equipo campeón en aquella temporada:

“En los últimos minutos de la sesión, las banderas rojas comenzaron a flamear y la calle de boxes fue cerrada. Había habido un accidente. Después de Imola todos estábamos asustados de ver una bandera roja. Caminé hacia los monitores en la pared de boxes y le pregunté a Joan Villadelprat, nuestro team-manager, si sabía qué había pasado. ‘Es Wendlinger’ me dijo, ‘chocó contra el guard-rail saliendo del túnel. Sid Watkins está ahora con él, fue un gran accidente”.

“No me quedé a ver una repetición del accidente, pero aparentemente el auto derrapó y pegó contra las barreras de protección llenas de agua dispuestas delante del guard-rail. Su cabeza recibió un gran impacto. Los asistentes médicos lo sacaron cuidadosamente del auto y lo condujeron al hospital Princesa Grace”

“Sauber luego dio a conocer un comunicado señalado que Wendlinger estaba en una situación crítica pero estable, y que había sido trasladado a Niza. La noticia cayó como un triste trago para todos”

Para restablecerlo, los médicos le indujeron un coma farmacológico durante dos semanas. Recuperarse por completo le tomó siete meses.

Karl Wendlinger volvió a correr en F-1 al año siguiente: Peter Sauber le dio una nueva una oportunidad. Pero, sin resultados, el suizo solo lo sostuvo durante las primeras cuatro carreras del calendario. En octubre de 1995 compartió un largo proceso de ensayos del Sauber en Mugello (Italia), junto al por ese entonces flamante campeón de Fórmula 3 alemana, Norberto Fontana. Esa preparación le valió la última chance, sus dos postreros Grands Prix en la F-1, en Japón y Australia, a fin de temporada.

El Nissan GT-R que Wendlinger maneja en el Mundial FIA GT1

Recién en Potrero de los Funes, volvieron a cruzarse los caminos de Wendlinger y Fontana. El arrecifeño, que terminó corriendo menos carreras en F-1 que su colega, de nuevo salió campeón, como en 1995, solo que esta vez en el TC2000. Wendlinger, en cambio, cerró una pobre temporada en el Mundial de Gran Turismo, dentro del Swiss Racing Team –el equipo que comanda Othmar Welti, que fuera ingeniero de Fontana en la F-1 alemana- con un Nissan GT-R.

“No nos ha ido muy bien, es cierto, pero hay que tener en cuenta que éste es el auto más nuevo de la categoría, a diferencia de las Maserati, los Corvette o los Lamborghini, que llevan varios años compitiendo y desarrollándose”. Con sequedad germánica, correcto pero sin generosidad para el concepto, el austríaco cambió unas palabras con visionauto. Como para la foto. Dejó, sin embargo, una interesante confesión:

-¿Qué memoria tiene del accidente?
-Ninguna. Cero. Es un tramo de mi vida que está vacío. Pero sigo adelante. Yo me recuperé, eso quedó atrás y dejó de ser un problema para mí.

-¿Por qué continúa corriendo?
-Porque lo disfruto. Lo disfruto mucho. Tanto, que pienso hacerlo unos cuantos años más.

-Usted pintaba bien en las fórmulas menores. ¿Podría haber sido campeón de Fórmula 1 de no haber sufrido ese accidente?
-¡De ninguna manera! No, no, me faltaban los resultados. Debería haber tenido primero buenas actuaciones, luego haber ganado Grands Prix, luego haber peleado el título. Nada de eso habría podido suceder. No, no me la creí.

Wendlinger con visionauto en Potrero de los Funes

-¿Qué opina de la F-1 de hoy?
-Me gusta, un gran nivel de competencia, éste (2010) ha sido un campeonato magnífico. Lo ha ganado muy bien Sebastián Vettel.

-Alemán, pero auspiciado por una empresa austríaca como usted.
-Es cierto. Con ese auspicio, puede ser campeón varios años seguidos.

-Hablando de alemanes, ¿qué le pareció la vuelta de Michael Schumacher?
-Bien, no es nada fácil volver, especialmente después de haber estado tres años sin correr, sin siquiera entrenarse. ¿El prestigio? Nooooo, ganó siete títulos mundiales, ¿quién lo puede discutir?

-Es su primera carrera en Argentina, ¿le gusta Potrero de los Funes?
-Es interesante, pero bastante resbaladizo y, para mi gusto, vas demasiado encajonado entre los muros, en todo momento en la vuelta. Se necesita estar muy concentrado. ¿A qué se parece? No, no se puede comparar con ningún otro circuito en el mundo, tiene sus complicaciones.

Foto: TC2000
15/12/2010

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