CAMBIO DE MANDO.
El encuadre legal del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, avanza hacia otro formato. Y el día del inicio es el lunes 9 de octubre. Momento en que el concesionario oficial-formal, la empresa ACBA (Autódromo Ciudad de Buenos Aires), que comandó al coliseo durante años, le entrega formalmente “las llaves” del autódromo al gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Como sabe todo el mundo, desde el año pasado, la Asociación Argentina de Volantes (AAV) presidida por el Flaco Traverso y con el OK del Automóvil Club Argentino y desde ya del gobierno porteño, tomó las riendas del manejo del autódromo, desmejorado, venido a menos, olvidado, ¿qué más?. Obras, mejoras se han hecho, financiadas por la administración de Horacio Rodríguez Larreta, aún insuficientes como quedó al desnudo en ocasión de los erráticos y deslucidos 200 Kms de Súper TC2000, donde a las falencias del Gálvez se sumaron patinadas organizativas, dirigenciales y de autoridades de la CDA.
En la fecha que te contamos, es un hecho según lo que hemos sabido en Visión, que el fideicomiso formado siguiendo lo aprobado en la ley aprobada por la legislatura, se haga cargo del autódromo en su totalidad para dar comienzo a la anunciada etapa que derivará en la concreción de espacios comerciales referidos al rubro automotor, a instalarse sobre la Av. Roca, y a siguientes obras en el mismo autódromo.
La “Ciudad Autódromo”, con concesionarias de autos, negocios de servicios para vehículos, casas de repuestos, etc, conformarán la “otra” parte del autódromo y los dineros que se originen serán invertidos en el mantenimiento y mejoramieneto de pistas e instalaciones del autódromo. La AAV va a continuar con su presencia en el Gálvez, más allá que el manejo general pase por el fideicomiso que ya cuenta desde hace unos días, con quien lo presida. La AAV dio una muestra de su involucramiento al inaugurar hace poco el Centro de Alto Rendimiento que fuera solventada su construcción por la misma Asociación.
El fideicomiso da comienzo a la nueva etapa larga, que llegue primero al final de la carrera.
Por C.S
Foto: SúperTC 2000