PASO A PASO.
Seguramente Ross Brawn no lo registra a Reinaldo Merlo, el exfutbolista de River , creador de esta famosa frase que sugiere un constante pero prudente accionar en el camino a los objetivos. Sin embargo el actual responsable deportivo y técnico de Liberty Media, viene aplicando esa postura sobre un tema que desvela a la Fórmula 1 en esta temporada 2020 complicada por la pandemia: la presencia de público en las carreras.
Sin que el virus haya desaparecidos del territorio europeo, la era de los Grandes Premios
denominados fantasmas por correrse ante tribunas vacías, parece haber quedado atrás. El paso inicial dado en Mugello con los 3.000 espectadores que se permitieron. será ampliado el fin de semana en el Gran Premio de Rusia, cuyos organizadores fueron hace ya un par de meses los primeros en poner en venta las entradas.
A esto se suma los recientes anuncios de los responsables de las carreras en Nurburgring (11 de octubre) e Imola (1 de noviembre) sobre las autorizaciones recibidas para permitir la presencia de 20.000 espectadores en el trazado alemán y 13. 000 en el circuito italiano.
Si bien importante en la actual situación, estas cifras son escasas comparadas, no sólo con las 45.000 persones que piensan juntar los portugueses el 25 de octubre en Portimao en el regreso de la Fórmula 1 a su país después de 24 años, sino con relación a los 100.000 espectadores que sobre una declarada capacidad de 220.000 en el Autódromo de Estambul imaginan los organizadores del Gran Premio de Turquía, otra carrera que retorna al calendario después de 11 años. Puede que lo consigan pues en el primer día de venta de entradas ya hubo 10.000 compras…