POR UN MEJOR ESPECTÁCULO

Como pocas veces no hubo dudas a la hora de tomar el control remoto e iniciar ese ejercicio de zapping que domingo a domingo los aficionados al automovilismo deben hacer ante esa nociva división de pantallas vigente desde hace años. Esa que tanto le está costando a la difusión de la actividad como muestran las audiencias en baja.

La fila india fue una constante en ambas carreras del TR  y los tenues intentos de sobrepasos, quedaron en intenciones. Sólo hubo un par en las largadas.

No hubo dudas en fijar la mirada sobre lo que ocurría con el Turismo Nacional en el Toay pampeano. Si alguna quedaba comenzó a diluirse el sábado con ese monumento al aburrimiento que fue ese desfile veloz en que se convirtió la carrera inicial del Top Race en Salta. Y terminó de derrumbarse escuchando  a los protagonistas anticipar sin sonrojarse que la carrera dominguera se definiría en la largada. Así fue. El poleman Agustín Canapino largó mal y su escolta Franco Girolami no lo perdonó. Carrera definida a poco de encarar la curva inicial y vía libre para otro largo bostezo para los pocos que se atrevieron a soportarla. Los más, estaban viendo otro canal, el mismo donde el TN entregaba sobrepasos y lucha en las distintas posiciones.

Frente a esta realidad fácil es enrojecer las manos en el aplauso al TN como acomodar los labios para que suenen más fuertes los silbidos al Top Race. Vale en el análisis superficial pero no en el  profundo donde es imposible soslayar el tema de los circuitos elegidos. El TN corrió en Toay, uno de  los más veloces de Argentina y habitualmente generador de buenos espectáculos en todas las categorías. El Top Race se inclinó por Salta, el circuito que como puntualizó Matías Rossi “con rectas cortas y curvas veloces en las cabeceras tiene todo para que no haya sobrepasos”.

Como es habitual, el Turismo Nacional entregó un atractivo espectáculo con lucha permanente en los puestos de vanguardia. Fue determinante la elección de un circuito como Toay.

Vaya a saberse si esa elección fue por razones deportivas, políticas, comerciales u otras. Lo cierto es que el Top Race lo pagó con un duro golpe a una imagen que encima no está para exponerse a este tipo de cachetazos. ¿Qué hubiese ocurrido con carreras con escenarios invertidos, o sea con el TN en Salta y el Top Race en Toay? es una pregunta  sin respuesta concreta pero que obliga a moderar la ligereza del análisis superficial. Ninguna categoría se luce sin un escenario adecuado. Eso fue lo que le faltó al Top Race, eso fue lo que tuvo el TN.

Si como dijo su gobernador, Juan Manuel  Urtubey, Salta desea recuperar al TC luego de 9 años, tendrá que trabajar y mucho en su autódromo. Intensificar las tareas para mejorar su infraestructura y  las medidas de seguridad, y fundamentalmente introducir alguna modificación en el dibujo de su circuito para abrir posibilidades de sobrepasos. No es fácil por las limitaciones geográficas que dan los cerros pero será necesario agudizar el ingenio porque el retoque es imprescindible para que una provincia tan cordial como Salta tenga el circuito que merece, incluso por el pintoresco marco que lo rodea. Ni siquiera los ultra fanáticos del TC le perdonarían ver una carrera  como las que se vieron en el fin de semana del Top Race.

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Fotos: Prensas Top Race y APAT.

 

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