UN PERSONAJE EXCÉNTRICO.

No todos tuvieron la misma buena suerte de Niki Lauda al despistarse en la curva Bergwerk del extenso trazado alemán de Nurburgring. Doce años antes, en otro 1 de agosto pero de 1964, Carel Godin de Beaufort encontró la muerte con apenas 30 años en el mismo lugar del que tiempo después el austriaco la “burlaría” en uno de los accidentes más emblemáticos del Mundial de Fórmula 1.

Carel de Beaufort transita con su Porsche 718 la curva Bergwerk del peligroso Nurburgring en la vuelta anterior a sus accidente fatal,

Seguramente no te sonará mucho el nombre de Carel Godin de Beaufort. Mucho menos si te decimos que su nombre completo era Carel Pieter Antoni Jan Hubertus Godin de Beaufort, como consecuencia de su condición de conde de la realeza holandesa. Este perfil, junto a sus autos color naranja, lo distinguió como un particular gentleman driver de una época mucho menos profesionalizada de la Máxima. También dio origen a muchas excentricidades, como aquella de haber ordenado a su mayordomo a llevarle hasta la grilla de partida, y en una bandeja de plata, el casco, las antiparras y los guantes…

Su aspecto también sobresalía del resto. Alto, corpulento, con un peso superior a los 100 kilos, se ganó sobradamente el apodo de Old Fatty (Gordito Viejo), y según comentarios de la época, su elección mayoritaria  para correr con Porsche en Fórmula 1 obedecía a que eran los autos que con su amplio habitáculo, permitían a Carel manejar con más comodidad. Igual para atenuar su elevada altura, solía correr sin zapatos…

Así terminó el fatal vuelo del Porsche de Carol de Beufort. El piloto neerlandés no pudo sobreponerse a las graves heridas y falleció al día siguiente del accidente.

Como ves hasta ahora no te brindamos muchas referencias deportivas de Beaufort. Por encima de algunos buenos resultados en Sport, de su paso por la Fórmula 1 queda por rescatar el haber sido en el Gran Premio de Holanda 1962, el primero de los piloto neerlandeses en sumar puntos para el Campeonato Mundial. Algo que por estos días convirtió en costumbre su compatriota tricampeón Max Versatppen. Repitió esa ubicación en Francia 1962, Bélgica 1963 y Estados Unidos 1963, y fueron sus mejores resultados en 30 participaciones en el Mundial, entre Holanda 1958 y Alemania 1964.

Sin mostrarse muy veloz, Carel no era un piloto propenso a cometer muchos errores .Por eso la mayoría de las teorías han explicado que una falla en la suspensión de su Porsche 718, resultó la causa del despiste en la cuarta vuelta de los entrenamientos del Gran Premio de Alemania, el primer día de agosto de 1964. Recordá que en aquellos años  el circuito de Nurburgring no tenía las protecciones actuales. Tras el despiste, el Porsche rozó un árbol, voló unos 10 metros, cayó entre los matorrales y chocó contra otro árbol antes de detenerse y quedar  “clavado” en forma vertical entre los arbustos. Con graves fracturas en el cráneo y las vértebras cervicales, Beaufort fue trasladado a un hospital cercano y luego a una clínica  neurológica en Colonia. Allí falleció al día siguiente, en el mismo centro asistencial, una docena de años más tarde, Niki Lauda tendría mayor suerte.

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