SE PASARON DE ROSCA.
Varios conductores amateurs, como vos por ejemplo, tuvieron la envidiable oportunidad de manejar sus autos en circuitos tan legendarios como Nürburgring. Pero, claro, algunos se emocionaron un poco y terminaron estampándose y convirtiendo sus máquinas en meras bolas de metal retorcido.
Eso sí, más allá de desafortunado final de varios, la experiencia no deja de ser atractiva aunque, claro, tampoco es para cualquiera. Igualmente, ¿quién les quita lo bailado, no?
Mirá:
httpv://youtu.be/xKVoWPKZcDs
Por el equipo de VA.