ARRIBA DEL AUTO DE CARRERA ERA FEROZ; ABAJO IMPERTURBABLE, OBSERVADOR, «ZORRO».
Oscar Roberto Castellano, hoy. Lejos de aquellos años de corredor, protagonista como el dice y se enorgullece, de «la época dorada del Turismo Carretera, la de los años 80 y 90». El Pincho, el Zorro para los que peinan algunas canas, traza pinceladas de su vida deportiva, y como buen observador y analista, desliza a visionauto impresiones que le depara el inolvidable momento que le toca atravesar al mundo, originado en la espantosa pandemia de coronavirus, y trasladado al terreno que nos ocupa, como impacta en el automovilismo.
Alejado, reitera, del automovilismo, «¿por que?, je!, y porque son etapas de la vida que se me han ido cumpliendo, ya está. Empecé a correr en el año 68, logré resultados, éxitos, campeonatos como todos saben. Después pasé a ocuparme de la preparación de motores y luego a apoyar y darle una mano a mi hijo Jonatan. Pero bueno, ya fue; Jonatan se encaminó muy bien, continúa haciendo su camino y lo mío si de automovilismo se trata, pasa sólo por ir muy de vez en cuando al taller (el nuevo, amplio, con el herramental necesario para los tiempos que corren, inaugurado hace cinco años sobre la ruta 227), por alguna razón específica y punto. Y desde ya también, pasa por seguir atento la campaña de Jonatan pero más que nada, como padre».
Campeón de TC en 1987, 1988 (en cada caso con Dodge) y con el Ford en 1990. Tres subcampeonatos, 1984 (Dodge), 1990 y 1991 en el Falcon. Todas «naranjas mecánicas». ¿Victorias?, en el TC, 27 en total, la categoría donde llegó los picos máximos de su trayectoria automovilística.
El Pincho no ha cambiado en nada su forma de ser, su estilo de vida. Con vision conversa desde su campo, a unos 20 kms de Lobería. Con los cuidados recomendados debido al coronavirus; abocado a los sembrados de trigo y soja, además de tantas tareas de su explotación agrícola-ganadera. «La actividad en el campo no se para, hay que seguir trabajando, estamos cosechando soja, luego la llevamos a los silos que tenemos y por otro lado, vienen los camiones para cargar y llevar la soja al puerto. El campo, aunque suene remanido, es su otra pasión.
-Oscar, en el mundo, en el país; la conmoción por la pandemia ha perforado todo. Poderosos, humildes y si bajamos infinitos escalones, el automovilismo tampoco ha zafado.
-Y sí, se le ha planteado al mundo una situación inédita, increíble, ni al mejor futurista creo, se le pudo haber ocurrido. Todo está muy dífícil, y el panorama ante esta tragedia que nos toca vivir, es muy incierto.
-Sin perder el eje de tamaña crisis sanitaria mundial, circunscribiéndonos al automovilismo, ¿cual es tu punto de vista actual y tu percepción a futuro?
-Mmm, mirá; difícil, muy complicado todo. Pienso que golpeará mucho al automovilismo y es imposible afirmar cuando será el momento que vuelvan las carreras. Y ojo, no me refiero sólo al automovilismo en nuestro país, ya ves lo que está ocurriendo afuera.
-Circulan especulaciones, versiones, algunas demasiado antojadizas y apresuradas; se hacen cálculos, acerca del reinicio de las carreras en la Argentina…
-Como te dije, será muy complejo superar esta desgracia del coronavirus; nadie puede asegurarlo hoy en día. Y si de automovilismo se trata, la cuestión no es cuando salimos, cuando se vuelve a correr, sino cómo se sale! y de esto tampoco hay certezas!. Si todavía ni existe una idea concreta de cuando volverá el fútbol, menos entonces del automovilismo. Sin carreras en un lapso de tiempo, con el país parado, sin ingreso de dinero y gastos y obligaciones por cumplir, la mano se ha puesto muy dura y persistirá.
-¿Que items se deberían tener en cuenta según vos, ante el eventual retorno de la actividad?
-Mirá, lo que sin dudas habrá que priorizar, es la salud de todos; pilotos, mecánicos, directivos, preparadores, técnicos, la prensa y fundamentalmente el público; los controles sanitarios deberán ser rigurosos. Y si hablamos de otras medidas, tendrá que limitarse la cantidad de gente que trabaja en boxes, evitar contactos, hacer por ejemplo dos carreras por fin de semana a modo de limitar los movimientos y viajes. Y bueno, de lado de la gente, podrían hacerse carreras a puertas cerradas, sin público.
-Como mencionás, la cuestión económica a las categorías, equipos, pilotos, patrocinantes, personal, los condiciona en forma muy severa…
-¡Desde ya!, el automovilismo no ha estado generando sus espectáculos, las carreras; y en en lo que hace a las empresas, muchas que patrocinan, no han facturado y por lo tanto no generan ingresos, y ahí están por si faltara algo, los impuestos dando vueltas… Este punto, el económico, es crucial, crítico. En este sentido no es nada descabellado pensar, en que habrá muchos equipos severamente complicados.
-¿Te parece que ante semejante crisis, en el automovilismo nacional habrá que «barajar y dar de nuevo»?
-Mirá, yo estimo que el tema de los costos, de los gastos por carrera, deberán ajustarse acorde a los recursos que existan, la crisis que vivimos es durísima, desde las guerras mundiales que no se ha vivido algo así. En relación a las carreras de autos, marcará un antes y un después. Deberá notarse una gran diferencia, muchas cosas tendrán que cambiar. Me acuerdo de la crisis que vivimos en la Argentina en el año 2001, cuando se cayó la economía. Al automovilismo también le pegó, pero a diferencia de lo que atravesamos ahora, en aquellos momentos había actividad económica, se siguió y de a poco fuímos de alguna manera saliendo.
-Cuando hablamos de la manera en que aquejan al automovilismo en nuestro país, los efectos del coronavirus, ¿nos referimos al Turismo Carretera por un lado y a las otras categorías por otro, o al conjunto de la actividad?
-A ver, el Turismo Carretera como la categoría más importante del país, tiene una fuerza e inercia propia que la hizo enfrentar mejor crisis severas que pasaron. Esta vez si bien el problema como hemos hablado, es inmensamente mayor, creo que el TC mantendrá esa misma fuerza e inercia para salir adelante. Eso sí, como te dije, el golpe de este virus es durísimo y para mí, repito, habrá un antes y un después, muchas cosas van a cambiar.
Es Oscar Castellano, el «Zorro de Lobería».
Foto portada: Visionauto.