UNA FIGURA IRREMPLAZABLE.
Las horas posteriores al anuncio de Valentino Rossi de su retiro, a fines de la actual temporada, fueron pródigas en comentarios de sus colegas. Una de las opiniones más solicitadas en la antesala del Gran Premio de Estiria, Austria, resultó la de Marc Márquez. El español, gran rival del italiano durante varias temporadas, considerado por muchos como el indicado para tomar su lugar de máxima figura carismática de Moto GP. Un legado que no entusiasma mucho a Marc.
«No me siento con esa responsabilidad porque cada uno tiene su estilo, su época, sus momentos, sus años. Por mi parte, daré todo en la pista para ser el piloto de MotoGP con más títulos. Eso es algo importante, pero a nivel mediático y arrastrar gente, es algo que no depende de mi, depende del aficionado. Cada uno de nosotros tiene un carisma diferente, una personalidad diferente”, explicó Márquez, antes de pasar al terreno de los elogios, no sin antes hacer una importante aclaración sobre su relación personal con Rossi.
“Como todos saben, nuestra relación personal no es buena, pero no tengo ningún problema en reconocer que la carrera deportiva de Valentino es única, de leyenda. Hizo cosas muy buenas en pista; incluso mejores fuera de la pista. Hemos aprendido todos de él, nos ha enseñado muchas cosas. En el motociclismo le tenemos que estar agradecido, y hay que felicitar a un deportista que ha tenido una campaña única y excepcional«, agregó Marc quien salió ileso de una caída con su Honda, en la parte final de la clasificación. Quedó octavo en la grilla encabezada por su compatriota Jorge Martin, con una Ducati del equipo satélite Pramac.
Por encima de los particulares conceptos de Márquez, el resto de los pilotos de Moto GP coincidieron en destacar la figura de Valentino “Es dificil de creer que Valentino no estará corriendo con nosotros el próximo año. Ya era bicampeón antes de que yo naciera. Es el piloto que hizo que yo quisiera ser piloto de MotoGP”, comentó el francés Fabio Quartararo, líder del campeonato y reemplazante este año de Valentino en el equipo oficial Yamaha. Larga tercero, tras ser anulado su mejor tiempo por exceder los límites de la pista de Spielberg en la curva nueve.
«Me siento un privilegiado por haber podido competir con Valentino. Probablemente, estaba más nervioso que él cuando anunció su retiro. Es un momento difícil para un piloto. Ahora lo tiene todo para disfrutar de la vida”, destacó el campeón mundial Joan Mir (parte quinto), antes de sentenciar que “Valentino es el Michael Jordan del motociclismo, y será difícil que se repita su figura en la historia”.
No se quedó atrás Johann Zarco (arranca sexto), alguien que siempre consideró a Valentino como un ejemplo, pese a algunas críticas que el italiano le hizo por su arriesgado estilo de conducción. “Cambió la vida del motociclismo. Si hablás con alguien que no sabe nada de motociclismo, como mínimo conoce a Rossi. Es increíble. Fue nuestro ídolo y pudimos batirnos con él. No hay tantos deportistas que permanezcan vigentes durante mucho tiempo” señaló el francés.
«Era mi punto de referencia de pequeño, cuando comencé a sentir la pasión por el motociclismo. Después, compartí equipo y datos. Pude aprender más que por ser una leyenda o un icono. Tenemos que darle las gracias por lo que hizo», recordó el español Maverick Viñales (noveno), uno de sus últimos compañeros en el oficial Yamaha. A su turno el portugués Miguel Oliveira (12°), rescató el perfil humano de Valentino al puntualizar, “era muy fácil identificarse con él y lo que le hizo más leyenda fue que aunque no ganase, toda la gente le adoraba. Vimos su influjo en el paddock».
Vaya si se vio ese influjo, y vaya que se extrañará.