«¿QUIÉN ES ELFYN EVANS?»
La pregunta del colega en la confortable sala de prensa cercana al Lago de Villa Carlos Paz no tuvo intenciones de minimizar las virtudes de este galés de 28 años, heredero de la pasión por el rally de su padre Gwyndaf , ý sorpresivo líder con su Ford Fiesta de esta 38ª edición del Rally de Argentina tras completarse la primera etapa de esta quinta fecha del Campeonato Mundial, organizada por el Automóvil Club Argentino. Cómodo líder con una ventaja de 55s 7/10, sobre el noruego Mads Ostberg, piloto de otro Fiesta. Una diferencia apreciable para una carrera que recién cumplió una de sus tres etapas. Ojalá no deteriore el interés de la carrera.
Esa frase de ¿Quién es Elfyn Evans? , reflejó la realidad de un plantel de pilotos, que por encima del aumento de la cantidad y competitividad que hubo este año con los regresos de Citroen y Toyota, no abundan en nombres de peso propio, y mucho menos en un claro referente. Un Sebastien Loeb de los tiempos más recientes, o un Markus Gronholm, Juha Kankkunen, Carlos Sainz, Tommi Makkinen retrocediendo un poco más a épocas donde cada marca tenía su peso pesado. Por estos años,ni siquiera lo es un cuádruple campeón como Sebastien Ogier.
Como contrapartida y para potenciar el interés de este único rally sudamericano por el Mundial, juega el habitual apoyo del público. Una presencia que no sólo se circunscribe a los aficionados cordobeses y de otras provincias argentinas, especialmente las más cercanas, sino que incluyó grupos de Brasil, Uruguay y Paraguay, estos dos últimos, países con gran tradición rallistica en el Sudamérica. “Venimos desde cuando corría Reutemann (década del 80) en el Mundial” le dijo a Visión en la soleada y agradable mañana cordobesa un grupo de entusiastas paraguayos encabezados por el titular de la Asociación Paraguaya de Volantes, instalado en el tramo San Agustín- General Belgrano. En el comienzo de ese sector donde una bajada en S culmina con una curva de 90 grados, la gente de Citroen se ilusionó en su concurrida y bien provista carpa de prensa, donde hasta se escuchó un “vamos adelante”,con el primer paso de Kris Meeke como escolta de Evans. Todo duró poco ya que en el tramo siguiente el norirlandés volcó y dañó bastante el Citroen. “En una curva le pegué a un montículo y perdí el control…” comentó amargado por la chance perdida de repetir la victoria del 2015. Peor le fue a David Nalbandian, entre los participantes del rally nacional. Apenas anduvo 1.000 metros antes de romper el motor del Chevrolet Agile del Tango Competición.
Esa sensación de falta de referentes en este rally mundial versión 2017 también se refleja en la actitud del público que como siempre acompaña al rally con su presencia al costado del camino y en los superespeciales soportando largas vigilias. Hubo entusiasmo, si, pero no se escuchó como otras veces, el expectante murmullo previo a un esperado paso, ni el “ohhh.” que acompaña algún espectacular andar. Apenas se oyeron en la zonas algunos “vamos loco, vamos…” ante la forma que controlaba los derrapes de su Toyota el finés Jari Matti Latvala, sin dudas el piloto más espectacular del actual rally mundial aunque esto conspire contra sus resultados finales y la integridad de sus autos.
“Me gusta Latvala porque es el único que se la juega, va siempre al frente” comentó Rubén, un santafesino de 60 años, herrero de profesión, que se recorrió 350 Km para ver el rally, la especialidad automovilística que más le gusta junto con el TC y “las largadas de la Fórmula 1” como reconoció con la sinceridad conque definió su poca simpatía por Sebastien Ogier con un simple “porque es francés…” Dos tramos más tarde, en el que unió Santa Rosa-San Agustín. Latvala empezó a alejarse de la posibilidad para repetir el triunfo del 2014 al romper una goma de su Toyota. El no darse por vencido que guía el espiritu deportivo del finés asegura el espectáculo para la continuidad de este Rally de Argentina.
Por Miguel Sebastián (Especial desde Villa Carlos Paz)
Fotos: Mónica Paz