ESCÁNDALO.
Por segundo fin de semana consecutiva la previa de un Gran Premio de Moto GP en el circuito de Spielberg se sacudió por una impactante noticia. A diferencia del emotivo anuncio del retiro de Valentino Rossi, esta vez la “bomba” que sacudió la antesala del Gran Premio de Austria, fue la expulsión del español Maverick Viñales del equipo oficial Yamaha.
Según el informe oficial de Yamaha la decisión se tomó por el inexplicable funcionamiento irregular de la moto por parte del piloto con su manejo, que habría producido daños significativos al motor de su moto YZR-M1 en el Gran Premio de Estiria. De acuerdo al comunicado sus acciones pusieron en un grave riesgo al propio piloto y posiblemente al resto de la parrilla.
«Cambiamos el embrague. Hice una salida normal en parrilla para la vuelta de calentamiento, pero la moto se detuvo. En la primera carrera salí bien, pero en la segunda la sensación no fue la misma. Cambiamos los neumáticos y no sé porqué, pero la moto patinaba mucho, incluso en la recta principal. Luego tuve problemas con la moto y me detuve», dijo a modo de defensa Maverick. Y aclaró que sus problemas fueron con la cúpula directiva del equipo, y no con los mecánicos.
Las relaciones entre Viñales y Yamaha venían tensas, por la disconformidad del español con el rendimiento de la moto. La situación tuvo un punto álgido un par de carreras atrás en el Gran Premio de Alemania. Se dio cuando Viñales anticipó su desvinculación de la marca, señalando “No quiero correr más con Yamaha. No merece la pena, no me hace feliz, no lo necesito'».
Por los sucesos anteriores, la noticia no sorprendió en el ambiente. «Como ya sabemos, la relación Yamaha-Viñales se encontraba en un momento crítico y a veces se ven altibajos, pero llegar a este punto es realmente extraño, aunque haya pasado alguna vez en el pasado algo parecido. Es algo que tienen que hablar y solucionar ellos, pues ya tenemos bastantes problemas en nuestros boxes como para prestar atención a los problemas de los demás», dijo Marc Márquez, mientras el campeón mundial Joan Mir hizo una especial reflexión, y a la vez comparación al comentar “no sé toda la historia, no es mi papel juzgar a nadie y no es mi guerra, ya tengo suficiente con lo mío. Esto es como lo que pasó con Messi, que nadie sabe la verdad».