UNA BUENA OPORTUNIDAD
Es la que tiene el Súper TC 2000 para recuperarse de la pobrísima imagen dejada en la visita a Rafaela, en su anterior fecha. Ojalá los 49 días no hayan pasado en vano ni dejado en el olvido la amarga experiencia en el circuito santafesino.
Quiso el destino y los cambios del calendario (originalmente la fecha estaba asignada a Río Hondo) que la oportunidad de reivindicación llegara en otro de sus escenarios clásicos como El Zonda sanjuanino. Un circuito exigente, imponente, desafiante, pintoresco, riesgoso. Es decir, con todos los ingredientes para que la categoría entregara un gran espectáculo y concretase una importante convocatoria de público. Dos hechos necesitados para levantar una imagen bastante golpeada en los últimos tiempos, en distintos flancos y no sólo los deportivos.
El Zonda es un circuito argentino cargado como pocos de inolvidables historias. Surge inmediatamente a la memoria, aquella carrera que autazo mediante Juan María Traverso le ganó a Juan Manuel Silva en el 2001 (hablamos del tema en nota aparte). Es un recuerdo permanente para orgullo del Flaco y un karma del Pato chaqueño.
Hubo otras que también dejaron lo suyo. Como olvidar el desnudo de Marcelo Bugliotti en el podio, tras su victoria en 2002, o el empate virtual entre Matías Muñoz Marchesi y Leonel Pernia en 2014, considerada la definición más emocionante del año entre autos del Turismo del mundo; o esa desobediencia de Esteban Guerrieri a las órdenes del equipo Toyota que le puso picante y cuestionamientos a su festejo en 2016.
Y cómo no entristecerse al evocar aquel 8 de mayo del 2005, que al mediodía vio la alegría y el festejo de Nicolás Vuyovich junto a Gustavo Ramonda, director deportivo de Toyota, y horas más tarde se conmovió al conocerse que en el regreso a Córdoba ambos habían muerto, junto a otras 4 personas en un accidente aéreo.
También la historia del Zonda es sinónimo de momentos angustiosos por fuertes golpes, propios de un trazado con la majestuosa quebrada bordeando gran parte de la pista. Hubo varios, por la espectacularidad reviven prioritariamente en el recuerdo las interminables vueltas de Tito Bessone con su Chrysler Neón bajo el puente en 1998; el choque y vuelco contra la montaña del Focus de Gabriel Ponce de León en 2005, aquel doble susto del 2007, primero con el Honda de Henry Martin incrustándose bajo el guardarail y un rato más tarde con el Civic de Carlos Okulovich pegando de frente contra el muro, y el otro choque con vuelco de los Toyota de Bernardo Llaver e Ignacio Char en el Súper 8 sabatino de 2012.
Está claro que El Zonda es sinónimo de inolvidables historias. Era cuestión que el Súper TC 2000 supiera aprovecharlo, para escribir una más con las mejores letras y no la desperdiara como hizo con otras balas de plata que tuvo el calendario como la apertura en el Gálvez y el paso por Rafaela…
Foto: Prensa Super TC 2000