LE COSTO a Stéphan Peterhansel tomarle la mano al Dakar en Sudamérica pero cuando la agarró no soltó más la victoria. Te recordamos que abandonó en la edición del 2009 y fue cuarto los dos años subsiguientes. Recién en el 2012 hizo honor a su titulo de Monsieur Dakar que traía desde Africa y trepó al primer lugar en lo que también fue su primer triunfo con el Mini en la exigente carrera.
“Este triunfo me vino bien porque ya empezaba a dudar de mi, a sentirme que estaba ya grande, que no rendía igual y que no estaba preparado para correr en Sudamérica” se desahogaba el año pasado tras aquel primer éxito en el Dakar sudamericano, este francés nacido el 6 de agosto de 1965.
“¿El secreto para ganar? No obsesionarse por ganar…”, le escuchó decir VA, sin estridencias y con simpleza en Tucumán cuando ya comenzaba a perfilarse su segundo triunfo consecutivo en Sudamérica, el quinto sobre autos en el Dakar (venció en 2004, 2005 2007, 2012 y 2013), y el undécimo general en la emblemática carrera contabilizando la media docena de victorias (1991,1992, 1993, 1995, 1997 y 1998) logradas en motos con absoluta fidelidad a Yamaha. Cifras inéditas que lo colocan como el gran referente de esta carrera.
Un grande este Peterhansel que empezó a probar su espíritu competitivo sobre un skate que le regaló su padre y terminó consagrándose campeón nacional cuando era un adolescente. Luego llegaron 11 títulos franceses de Enduro y las victorias en el Dakar, mechadas con triunfos en otras citas clásicas del Raid Rally como Túnez (1990, 1994, 2002,2004), Desert Challenge (1996, 2002, 2003), Baja Aragón (2007-2010), Atlas (1990) y Marruecos (2004).
Semejantes halagos no le quitaron a Peterhansel el extrañable amor que siente por las motos y que se define con una frase que repite a la hora de conocer sus gustos.”Cuando veo una carrera, veo una carrera de motos, además en mi casa sólo tengo revistas de motos…”
Foto Mónica Paz
Por M.S
Un «mostro». Cuanto hambre de gloria y a los 47 ! un ejemplo sin dudas.