Exageradas o no, lo cierto es que ambas posturas son pruebas cabales del quiebre de la relación entre Rosso y la familia López.
Juntitos pero separados. Pecho y El Pato, no paran de dar que hablar
Si alguna gota faltaba pára desbordar el vaso de la paciencia de López para pensar irse de Honda esa fue la orden de equipo, un puñal clavado en su orgullo ultracompetitivo que no admite perder contra nada ni ante nadie. Quizás en el momento de acatarla, López se arrepintió por de no haber podido dicho si a la oferta de un millon de pesos que a principios de año le hizo Fiat para llevarlo a su equipo y que tanto preocupó a Víctor Rosso y hasta la dirigencia del TC 2000. Un incentivo económico que seguramente añorará si como dicen, algunos de los pagos de Honda a Pechito, son en especies, lease camionetas, y no en efectivo.
“Vamos a ver como encaramos las seis carreras que faltan…“ se oyó decir en la reunión que la familia López mantuvo para delinear la forma de transitar el camino de esta convivencia forzoza que algunos alarmistas anticipan que no llegará a fin de año.¿Cómo la encarará Pechito López a partir de los inminentes 200 Km. de Buenos Aires, donde pese a sus reclamos se le mantuvo como coequiper al veterano y retirado escocés Anthony Reid? ¿Aceptará otra orden de dejar pasar a Silva o ya jugado su destino fuera del equipo,como parece con su casi confirmado pase al equipo HAZ (la incógnita es la marca) , hará la suya ? Son interesantes interrogantes frente a este camino que Honda y los López deberán recorrer en esta segunda parte del año con una relación que ya no será la misma de antes.