PELEA CON LA GUARDIA ABIERTA

EL DOMINGO GRIS DEL GÁLVEZ

Hubo lluvia, pero no la tan temida de agua, sino de críticas para esta apertura de su temporada 2018 que hizo el Súper TC 2000 en el Gálvez. Suele molestar más que la climática. Mayoritariamente esas críticas estuvieron  justificadas y apuntaron a esos múltiples flancos débiles que la categoría dejó al descubierto.

Como un boxeador desordenado, el Súper TC 2000 avanza en esa pelea por mantener su lugar destacado dentro del automovilismo nacional. Va con la guardia abierta tirando golpes pero también recibiéndolos. Así puede acertar unos directos al cuerpo como  pasa en  el callejero santafesino, El Zonda u otras citas en el interior, como recibir un cross al mentón que lo conmueva  como sucedió con sus dos últimas presentaciones en  Buenos Aires, coincidentemente ambas acompañadas por el mal tiempo, una mueca de la suerte, que justo es decirlo tampoco está  del  lado de la categoría.

Esa desprotección hace que no sólo sea más fácil entrarle con las críticas sino que le duelan más los mismos golpes que otras, especialmente el TC, logra amortiguar con la gran espalda de su tradición y mayor astucia para las maniobras. Por ejemplo, el de las carreras monótonas, una epidemia de la que no escapa ni la Fórmula 1, la misma que junta 20 autos, dos menos que mostró el Súper TC 2000 el fin de semana y que escandalizó a unos cuantos.  Es cierto que no es un parque abundante, pero no son pocos para una actualidad económica complicada .Debería preocupar más ver una grilla  de 22 autos en una categoría promocional como la Fórmula 2.0.

Esa desprotección dejó descuidado para esta carrera del Gálvez un flanco clave como lo es el del público.  Ese público que sus dirigentes buscan atraer de distintas maneras incluso con propuestas ajenas al automovilismo. “Trabajamos para eso” repite su presidente  Antonio Abrazian. Si así es, esta vez estuvieron de vacaciones. No se vieron las promociones de otros años, faltó la  difusión previa incluso en los medios del grupo dueño de la categoría y por si fuese poco, la presentación de la temporada se hizo en Villa Carlos Paz y sin los principales referentes.

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Sin esa gran defensa que para todo espectáculo es la buena respuesta del público, los golpes de las críticas entraron en cantidad al castigado  cuerpo del Súper TC 2000. Un marco importante en las tribunas le habrían dado el calor y color que seguramente hubiesen disimulado una carrera chata como especialmente fue la del sábado, un parque automotor no tan abundante la roturas de motores, el choque en boxes, las entradas del auto de seguridad. Cosas que suelen pasar en las carreras de todas las categorías.

Todo esto no deberá pasar por alto en el análisis que obligatoriamente deberán hacer las autoridades del Súper TC 2000 de cara al futuro. Un futuro donde deberán definir si el camino a seguir continua priorizando el negocio de sus dueños  por sobre el deportivo y cediendo terrenos propios o si realmente vuelven a pensar en el verdadero espectáculo que quiere esa gente que le dio la espalda. Será cuestión de que la categoría, con decisiones y acciones lógicas de quienes verdaderamente conocen la actividad, aprenda a cerrar la guardia para que en medio de esa pelea no reciba otro duro golpe al mentón como el del fin de semana en el Gálvez. Ese mismo que no debe alegrar a nadie porque si bien lo sufrió el Súper TC 2000, le dolió a todo el automovilismo.

Por Miguel Sebastián

Fotos: The Herald y Monica Paz

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