SON DOS GRANDES

Nada menos que una docena de triunfos en el Dakar y nueve títulos mundiales de rally acumulan entre Stephane Peterhansel y Sebastien Loeb, los pilotos franceses dominadores de rutas y caminos de todo el mundo y que desde el año pasado conviven en el poderoso equipo Peugeot que participa en el Dakar con un exclusivo objetivo: ganarlo.

Loeb ganó su segunda etapa en el Dakar 2016 y quedó como escolta de su coequiper Peterhansel.en la general

 

Exitosos ambos, cada uno vive con distintas situaciones esta aventura del Dakar. Peterhansel conoce casi todos sus secretos como lo prueba su por ahora inalcanzable récord de éxitos y sus 26 participaciones desde su debur en 1991 sobre una moto. Loeb está dando sus primeros pasos y va por su segundo Dakar. Muestra su talento de velocista como pasó el año anterior y se repite  en esta edición con su dominio en las etapas iniciales pero cuando llegan las jornadas donde prevalece la navegación ahí se opaca un poco Sebastien y comienza a brillar Stephane con su experiencia. Se vio con la llegada del Dakar al terreno boliviano y las zonas arenosas.

De buena relación personal y profesional, Peterhansel y Loeb suelen mantener largas charlas en los campamentos (foto) al culminar las etapas. Analizan lo actuado e intercambian opiniones. También suelen preguntarse cosas, especialmente Loeb, por una obvia razón de menor experiencia en este tipo de carreras.

Fácil es imaginarse que entre tantas charlas, directa o directamente en algún momento habrá surgido de un ganador nato como lo es Loeb la pregunta sobre la forma en que se gana una carrera tan especial y difícil como lo es el Dakar. Nadie mejor para responderla que quien como Peterhansel venció doce veces, las seis primeras en motos y las restantes sobre autos de distinta marcas.

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“Andando de menor a mayor…” fue sin mayores precisiones, la respuesta de Monsieur Dakar sobre su  efectiva receta para tantos éxitos. Un  receta que ya comenzó a aplicar en camino de una nueva victoria en esta edición 2017 que  ante las complicaciones de los Toyota de Nasser Al Atiyah (abandonó) y Nani Roma (se retrasó) parece haber quedado servida para los Peugeot con el 1-2-3- que ostentan los autos franceses. Gracias a esa manera de encarar las  cosas, Peterhansel, calladito pero efectivo como siempre ya está de nuevo en la cima de la clasificación general. A 1m 09s quedó su “alumno ”Loeb, quien escuchó sus consejos pero no todos, ya que sobre el final de la quinta etapa, tuvo problemas con la navegación y vio reducida a sólo 44 segundos la ventaja que lo separó de su escolta Nani Roma. Menos mal para el francés que por la intransitabilidad de los caminos cercanos a Oruro, como consecuencia de las fuertes lluvias, los organizadores decidieron dar por terminada la etapa en ese control inicial y tras recorrer sólo 219 Km de los 447 previstos.

Falta más de la mitad del Dakar, pero ya el «alumno» Sebastien se instaló a espaldas de su maestro Stephane. ¿Se animará a mostrarle que aprendió sus lecciones y ya puede dictar cátedra propia  en el Dakar? ¿Lo dejará el equipo o en favor de uno u otro, ordenará cuidar posiciones para asegurar la victoria?. Son interesantes interrogantes para no perderle pisada a  este Dakar 2017 que en medio de la lluvia y en la altura avanza por territorio boliviano.

 

Por M.S.

Fotos: Mónica Paz y dakar.com

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