UN DURO DESTINO.
Hay veces en que la muerte llega como un alivio para padecimientos terrenales. Tal vez si, tal vez no, este sea el caso de Philippe Streiff, el francés, ex piloto de Fórmula 1, cuya vida se apagó a los 67 años tras haber pasado la mitad de esa existencia (33 años 8 meses y 19 días) en una silla de ruedas condenado por una tetraplejia producida por un accidente durante unas pruebas de pretemporada de Fórmula 1 en Brasil.
Desde el tercer escalón , junto al ganador Keijo Rosberg y sue escoltas Laffite,, Streiff disfrutó de su único odio en Fórmula 1.Nada fue igual para esta francés, alto y elegante, nacido en Le Tronche, desde aquel 15 de marzo de 1989. Hasta allí con varios altibajos, en una campaña que arrancó en la Fórmula 3 Francesa, y transitó por las Fórmulas 3 y 2 Europea, las 24 Horas de Le Mans había llegado su camino en la Fórmula 1, iniciado en Portugal 84 con una campaña hasta Australia 88, de 53 Grandes Premios, que tuvo su mayor recompensa en el tercer puesto en Australia 1985. Lejos de felicitarlo, ese día su jefe Gerard Larrouse, lo criticó por su intento de superar a Jacques Laffite, su compañero en Ligier, y poner en peligro el 2-3 de la escudería francesa.
Allí en una curva del circuito brasileño de Jacarepaguá quedó detenida esa campaña a partir de la rotura de la suspensión trasera izquierda de su AGS, origen del despiste y posterior vuelco. En su descontrolado andar, el auto embistió a un bombero y una auxiliar de pista (se recuperaron) antes de dar varias vueltas que destrozaron el arco protector. Esto resultó determinante para la suerte de Streiff, quien a consecuencia de esos tremendos golpes, sufrió las fracturas de la cuarta y quinta vértebras cervicales.
Una apurada pero descuidada atención inicial, por personas entusiastas pero inexpertas, que no se condijo con el lento traslado (la ambulancia tardó una hora para recorrer 20 Km) aportaron lo suyo para que la posterior operación no impidiese que Streiff quedase tetrapléjico. La situación movió críticas sobre las atenciones médicas y la seguridad en los autos. Así los pilotos consiguieron refuerzos en los arcos protectores y mayores presencia médicas en las pruebas privadas. También por iniciativa de los corredores, promovida por Alain Prost, se organizó una colecta para ayudar económicamente a Philippe en los meses posteriores al accidente que asimismo demandó de una asistencia legal para enfrentar nuevas y complicadas situaciones. Streiff la tuvo en un abogado que en el futuro llegaría a la presidencia de Francia: Nicolás Sarkozy.
Todo esto alivió pero no modificó la realidad física de Streiff que tomó con bastante animo su nueva vida que lo mostró ligado a las carreras como organizador de los famosos Masters de Karting de Paris-Bercy que tuvieron entre sus participantes a campeones de la Fórmula 1 del nivel de Michael Schumachery Alain Prost, Ayrton Senna y Fernando Alonco. También trabajó en función de promover las integraciones de los discapacitados a los distintos ámbitos de la sociedad.
“Philippe mostró un coraje y una determinación increíbles, para rehacer su vida tras el accidente” destacó Stefano Domenicali, presidente de Liberty Media, empresa que dirige la Fórmula 1, como despedida a Philippe Streiff, quien ojalá en este viaje a la eternidad haya encontrado el alivio que necesitaba.