DEFENDER EL TÍTULO de campeón del MotoGP es la premisa de Yamaha para este año. Y ya tienen la herramienta para hacer frente al desafío.
Por eso, la terminal japonesa presentó en Barcelona la nueva Yamaha YZR-M1 (muy similar a la utilizada el año pasado) con la que Jorge Lorenzo buscará defender la corona y Valentino Rossi, sacarse la espina de un 2015 que terminó bien movidito y cargado de polémica para el italiano. Y, claro, la expectativa estaba centrada en el reencuentro de ambos compañeros de equipo y, también, rivales. Tranqui, todo fueron sonrisas y no se dispararon dardos entre sí. Al menos, por ahora…
Pero, claro, para Rossi sigue abierta la herida del año pasado y su reencuentro con Marc Márquez en las pistas será uno de los focos de atención de esta temporada: «El respeto en pista debe ir en ambas direcciones y el año pasado, sobre todo con Márquez, no ocurrió. Me he preguntado muchas veces qué pasó con él, quizás fui su chivo expiatorio para no culparse por cometer tantos errores y no ganar, quizás sea eso lo cierto es que él ya tenía decidido que su primer objetivo era que yo no ganara el Mundial».
Además, el italiano agregó que «cuando empiece la temporada en Losail habrá que ser muy fuerte para dejar atrás los problemas personales. Con Lorenzo estamos juntos en Yamaha desde hace muchos años y hay que ser profesionales como pilotos que somos, al margen de nuestra relación personal. Obviamente se trabaja mejor en un equipo cuando la atmósfera es buena pero… afortunadamente Márquez no está en mi equipo».
El campeón Lorenzo prefirió esquivar polémicas y confesó que «he tenido muchos compromisos con Yamaha, los patrocinadores… cuando eres campeón tienes muchos compromisos. Después de eso empiezas a entrenar otra vez, y es donde estamos ahora, mejorar mi condición física después de tantos días sin hacer nada y no seguir la dieta. Ahora estamos a mitad de mi potencial físico».
Por Cristian Re.
Fotos: Motorsport.com y prensa Movistar Yamaha.
