UN PEDIDO CONCRETO.
Es el que le hizo Nicolás Posco a Alejandro Bucci, cuando el ex piloto y jefe deportivo del Ale Bucci Racing lo tentó para que dejase de lado su decisión de no correr más y se presentase en el Oscar Cabalén en la fecha inicial de la clase 2 del Turismo Nacional.
“Si querés que vuelva, dame ese auto…” le planteó Nico.
Ese “auto” era nada menos que el Ford Fiesta Kinetic, que ostenta más pergaminos que muchos corredores con los cinco títulos que suma entre los dos de Posco, otro de Bucci en sus épocas de piloto, y los dos restantes de Emabuel Abdala y Marcos Cravero en el zonal cordobés.
Ya en acción en la pista cordobesa, ese “auto fantástico” respondió a la confianza de Posco y confirmó que mantiene la magia ganadora con sus triunfos en la segunda serie y en la final. Es cierto que en la competencia definitiva lo benefició el retraso de Marcos Veronesi (problemas en la caja de su Toyota Yaris) pero a partir de ese momento Posco mantuvo a raya a sus escoltas Renzo Blotta (Toyota Etios) y Christian Pérez (Chevrolet Onix).
Sin los pergaminos del “auto fantástico” de Posco, pero también integrante del del Ale Bucci Racing, el Ford Fiesta Kinetic de Thiago Martínez dio que hablar y para bien. No es común que un piloto avance desde el puesto 28 de largada al 5° final… Y menos, en una carrera con bastantes vueltas con auto de seguridad por dos accidentes. Primero, por una múltiple carambola entre Lucas Barbalarga, Bautista Damiani, Ramiro Cano, Juan Manuel Damiani, Juan Ignacio Canela y Alejandro Torrisi. Y luego, por el choque de Mateo Nuñez a Maximiliano Bestani. Este ultimo preocupó más pero la tranquilidad volvió cuando fue dado de alta tras comprobarse que no tenían mayores consecuencias los golpes sufridos en el codo y pierna izquierda.
Fotos: Prensa APAT.